La selección española de balonmano buscará el más difícil todavía y, tras proclamarse el pasado año campeona de Europa, tratará de encadenar el título intercontinental en el Mundial de Alemania y Dinamarca, una gesta que en los últimos años tan solo ha logrado la todopoderosa Francia.

Para ello, Jordi Ribera volverá a confiar en el mismo bloque que se alzó con el oro en Croacia con la excepción del extremo derecho Aleix Gómez, que sustituirá a David Balaguer. La incorporación del jovencísimo Gómez, de 21 años, dotará al conjunto español de un punto más de velocidad en su juego de contraataque.