La continuidad del CF Reus Deportiu en LaLiga 1/2/3 corre serio peligro después de que la plantilla anunciara ayer que se acogerá a su derecho de rescindir sus contratos por los impagos por parte del club catalán, que atraviesa una delicada situación económica, si no cobran lo que se les debe antes del próximo lunes 17.

«Gracias al convenio colectivo tenemos la opción de pedir la resolución de nuestros contratos y hemos decidido acogernos a este derecho porque entendemos que la situación ya es insostenible», señaló en un comunicado la primera plantilla, que «lamenta profundamente» este desenlace por la ciudad, empleados y la afición.

La plantilla dio su opinión ante los medios tras el entrenamiento de ayer, en el que prepararon el partido que deberán jugar tras la negativa de la RFEF de aplazar el partido de este sábado (18.00) contra el Córdoba en el Municipal de Reus. Un duelo que sería directo por evitar un descenso que, según explicó la plantilla, estaría casi confirmado a nivel administrativo de no haber solución al conflicto.

«LaLiga propuso pagarnos las mensualidades adeudadas, aún sabiendo nosotros mismos que si a 30 de junio el club no pagaba dichas cantidades descendería administrativamente de igual forma. La única solución a día de hoy es competir con una plantilla bajo mínimos de efectivos para afrontar una competición tan exigente y siendo conscientes de que el club muy probablemente descenderá por su mala gestión», lamentó la plantilla.

Los jugadores del Reus rechazaron esta propuesta de LaLiga, y ahora se acogen al derecho de rescindir sus contratos si antes del lunes, cuando se cerraría el plazo, no cobran los tres meses pendientes. En ese caso, en el de no cobrar, optarían por rescindir sus contratos y el club, que se quedaría sin el mínimo de fichas profesionales exigido por LaLiga, podría decir adiós a la competición de inmediato.

El Reus, que en la última jornada ganó al que era líder Alcorcón a domicilio (0-1), poniendo fin a una racha de cuatro derrotas seguidas, es antepenúltimo en la tabla y, a nivel económico, cree que ya no hay más demora posible. «El pasado 29 de octubre debió quedar solucionada la situación, pero el club no cumplió con lo que nos prometió. El problema se ha alargado hasta hoy, cuando creemos que ya no hay ninguna salida», aportaron.