nCalma tensa en el despacho de Josep Lluís Núñez en la primavera de 1978. Juan Bautista Palomares agota hasta el extremo al recién proclamado presidente del Barcelona. Al lado de ambos, Félix Palomares, un fino centrocampista natural de El Campello de 23 años ante la oportunidad de su vida. «Mi hermano apretó hasta el último céntimo», revela hoy Félix, que se convirtió en el primer fichaje de la longeva era de Núñez al frente del Barcelona y al que le «rascó» unos dos millones y medio de ficha.

«Fue él quien me fichó, pero el interés ya venía de dos años antes, cuando entrenaba al Barça el alemán Weisweiler», explica Palomares, que también estuvo acompañado el día de la firma por Martínez Valero, el presidente del Elche, equipo al que la entidad culé desembolsó 32 millones de pesetas por sus servicios.

«Un día al terminar la Liga me dijo Martínez Valero si quería jugar en el Barça y yo pensaba que estaba gastándome una broma», explica Palomares, que ganó una Recopa con los culés, aunque no gozó de demasiado protagonismo como blaugrana.

«Siempre le recordaré, fue muy importante en mi vida deportiva», recuerda Félix, que unos días antes fue incluido por el seleccionador nacional Kubala en la preselección para el Mundial de 1978. «Yo tenía poco contacto con él porque era el último en llegar, un chaval poco hablador, casi salido del pueblo». Al año siguiente y tras cuatro partidos de Liga con el Barça, Félix regresó a Alicante, en esta ocasión al Hércules, y después relanzó su carrera nuevamente en el Elche, pero también en el

Sabadell y el Alcoyano.

Otros alicantinos con Núñez

Cuando Josep Lluís Núñez aterrizó en Can Barça, el alicantino Juan Manuel Asensi era ya toda una institución en el club, a donde había llegado en 1970, también procedente del Elche. «Núñez fue el presidente que levantó al Barça, lo sacó a flote e hizo grandes cosas», explicaba ayer Asensi, el alicantino con más partidos en Primera División y en la selección española. «Su palmarés habla por sí solo, toda la afición del Barça debe estar agradecida a lo que hizo Núñez», cuenta un Asensi que catalogó al desaparecido presidente como «campechano».

El defensa alicantino José Joaquín Albaladejo también convivió en el Camp Nou con el presidente Núñez, al que recuerda como «una buena persona, pero de difícil acceso».