La ciudad de Madrid se prepara para el reto de acoger la final de la Copa Libertadores, que disputarán el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu los equipos argentinos River Plate y Boca Juniors, un evento que exigirá un fuerte dispositivo de seguridad y que pondrá a prueba la capacidad hotelera de la capital en pleno puente de la Constitución.

Fuentes policiales explicaron que el diseño del dispositivo de seguridad está en una fase «muy preliminar». Aun así, se esperan a unos 4.000 agentes, cifra que el cuerpo desplegó para la final de la Liga de Campeones que la ciudad organizó en 2010. Por el momento, ya se ha celebrado alguna reunión previa al anuncio oficial y está previsto que a principios de la semana que viene haya otra en la Delegación del Gobierno con responsables policiales, del Ministerio del Interior y del Ayuntamiento de Madrid.

Entre los motivos por los que Madrid ha sido elegida para este encuentro está la capacidad del estadio Santiago Bernabéu (81.000 espectadores, casi 20.000 más que el Monumental de Buenos Aires), la seguridad y el hecho de contar con el aeropuerto con mayor tránsito hacia Latinoamérica. En España residen 72.190 argentinos y en la Comunidad de Madrid, 9.579.

La designación del estadio Santiago Bernabeu de Madrid como sede para la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate generó malestar y resignación en Argentina. La determinación del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, de mudar la segunda final del máximo torneo americano a la capital española generó controversias y diversas reacciones en Argentina. Por su parte, Boca insistió en que «habiendo quedado acreditado con pruebas concluyentes el brutal ataque» del pasado sábado a su autobús con piedras y gas pimienta, no cabía «otra sanción» que la que había solicitado en sus alegaciones, entre ellas la descalificación de su eterno rival.

River Plate había presentado ya su apelación a la sanción de la Unidad Disciplinaria de Conmebol, que le aplicó una multa económica de 400 mil dólares, dos partidos oficiales sin público en 2019 y el cambio de sede para el encuentro de vuelta de la vigente final.