Un gol del cubano Jorge Pabán en el último segundo de juego decidió ayer un encuentro polémico y tenso entre el Balonmano Benidorm y el Logroño, que estuvo marcado por las decisiones arbitrales, las férreas defensas y las alternativas en el marcador.

El Benidorm, que había sufrido la expulsión de su entrenador, Zupo Equisoain, al inicio de la segunda parte al protestar de forma airada varia decisiones arbitrales, vio como la fortuna le sonreía en la última acción del partido.

Los colegiados castigaron con penalti al Logroño al entender que Del Arco había interceptado un lanzamiento a puerta con el pie. El lanzamiento de Pabán estuvo rodeado de suspense, ya que el colegiado mandó repetir el lanzamiento, pero el cubano, que ya había anotado el primer intento, volvió a superar a Gurutz Aguinagalde, quien no pudo realizar su última parada en la Liga Asobal antes de su retirada.

El conjunto local saltó a la pista dispuesto a cortar su mala racha y gracias a su intensidad defensiva y al contragolpe no tardó en tomar una cómoda ventaja en el marcador, que quedó reducida al descanso a un 13-12.

A la reanudación, el partido enloqueció, especialmente tras la expulsión de Equisoain. El Benidorm se desquició y el Logroño aprovechó para ponerse por delante en el marcador (14-16).

Un tanto del italiano Dapiran desde su propio campo y dos contragolpes anotados por Simoner pusieron al Benidorm en ventaja en los últimos minutos, en los que las excusiones se sucedieron en ambos bandos.

Con 23-23 se entró el último minuto, en el que el Benidorm apuró hasta el final el lanzamiento que, tras golpear en el pie de un rival, fue sancionado con penalti.