El español Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), en MotoGP, y los italianos Luca Marini (Kalex) y Tony Arbolino (Honda), en el resto de categorías, se repartieron las «pole position» para el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de motociclismo, que se disputará mañana en el circuito «Ricardo Tormo» de Cheste, en el que Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) fue protagonista destacado.

Mientras Maverick Viñales consiguió su primera mejor clasificación de entrenamientos de la temporada -la última fue en Aragón 2017-, el campeón del mundo de 2018, en tanto, se fue por los suelos nada más comenzar la segunda clasificación, con la mala suerte de que nuevamente sufrió una sub-luxación de su hombro izquierdo que él mismo se colocó. A pesar de los dolores, el campeón del mundo de Repsol Honda fue capaz de volver sobre su moto apenas seis minutos después para conseguir el quinto mejor tiempo de la sesión.

Por primera vez en todo el fin de semana los pilotos más rápidos de MotoGP salieron al asfalto con los compuestos de neumáticos de seco para completar la segunda clasificación, pero enseguida se produjo la primera noticia importante con la caída de Marc Márquez, al que se pudo ver con gestos ostensibles de dolor en su hombro izquierdo, como ya le había sucedido en Japón durante la celebración de su séptimo título mundial, el quinto de MotoGP.

Apenas unos minutos más tarde el campeón del mundo de 2018 ya estaba nuevamente en su taller y para subirse a la moto, mientras en pista el italiano Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP18) era el más rápido, seguido por Alex Rins (Suzuki GSX RR) y Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP18).

En la primera vuelta lanzada Marc Márquez logró la tercera plaza, cuando Maverick Viñales accedió a la primera con 1:31.359 y fue entonces cuando se entabló un bonito duelo entre ambos por el primer puesto que acabó decantándose del lado del piloto de Yamaha, en tanto que Marc Márquez se contentó con un registro de 1:31.442 que le permitió acceder hasta el quinto lugar.

El Gran Premio de la Comunitat Valenciana vive este fin de semana su examen más exigente en lo que a accesos se refiere desde 1999, el año de la inauguración del Circuit Ricardo Tormo como sede de una prueba del Mundial de Motociclismo. Aquel año llovió mucho y había nula experiencia en alojar y desalojar a los más de 100.000 espectadores. Este año llueve más y los accesos están muy limitados. El viernes hubo problemas por las fuertes lluvias, pero el gran reto se espera hoy. Hay prevista una ciclogénesis explosiva. Lloverá todo el día, con especial virulencia por la tarde, cuando terminen las carreras y los espectadores estén abandonando el trazado. La celebración de la carrera no corre peligro, según la organización, porque el drenaje de la pista es excelente. Otra cosa es cómo y cuándo llegará el público a la grada. El barro y los caminos anegados se van a multiplicar hoy con respecto al viernes.