El tenista profesional español Marc Fornell, que figura entre la decena de detenidos por amañar partidos para ganar apuestas, está considerado como uno de los líderes de esta «organización criminal», dedicada al amaño de apuestas ilegales en competiciones de tenis españolas e internacionales, de la modalidad Future y Challenger, la segunda división del tenis profesional. Así lo expone el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, ante el que ayer fueron conducidos Fornell, de 36 años, y otros siete arrestados por esos amaños, en uno de los autos que dictó en la operación practicada el lunes por estos hechos y al que ha tenido acceso Efe.

El pasado lunes se informó de que la Guardia Civil había detenido a 14 personas en una operación en nueve provincias, entre ellas las de Alicante y Valencia, contra presuntos amaños de partidos de tenis y de apuestas fraudulentas.

Entre los detenidos figuran también dos hombres de nacionalidad armenia, corredores «profesionales» de apuestas con los que al parecer Fornell se alió, al detectar que sus actuaciones estaban siendo vigiladas por TIU (Tennis Integrity Unit) y los supervisores de tenis.

A la decena de detenidos, De la Mata les investiga por supuestamente integrar una «organización criminal, principalmente dedicada a la estafa, corrupción entre particulares en el ámbito del deporte, organización criminal, usurpación del estado civil y blanqueo de capitales». Según el auto, «la organización actúa como si de una empresa se tratase» y el núcleo está formado por tenistas, familiares, intermediarios, inversores y cedentes de identidades».

Otros tenistas implicados son Jordi Marsé-Vidri, de 38 años, Marcos Giraldi, de 24, y Marcos Torralbo-Albos, de 33.

En una primera fase de la actividad delictiva, Fornell, con la cooperación necesaria de sus gestores de cuentas también detenidos, Adrián B.M. y Miquel C. o Albert C, supuestamente hicieron apuestas en eventos en los que él jugaba o jugaban otros tenistas en los que él podía influir y para hacer las apuestas utilizaban como usuarios a personas de su entorno familiar o de amistades.

En una segunda fase, al saberse vigilado, comenzó a relacionarse con los dos citados organizadores armenios, «pasando a ser intermediario con otros tenistas para incitarles a alterar el resultado de sus partidos a cambio de una compensación económica».

Existen indicios de que de la cantidad pactada por un amaño, los tenistas implicados también percibían también parte del beneficio obtenido con las apuestas.

Esas cantidades podían oscilar entre los 1.000 euros por dejarse perder un juego y los 5.000 el partido completo, según revelaron a El Confidencial fuentes próximas al caso. La trama robó casi un millar de identidades para mover el dinero en medios de pago virtuales con perfiles falsos y el presunto cabecilla de la red era un mafioso de nacionalidad armenia que se apellida Melkumyan y que presuntamente consiguió convencer a jugadores profesionales de categorías modestas y bajo ránking para que se dejaran perder juegos, sets y hasta partidos completos a cambio de suculentos pagos. El dispositivo, bautizado como operación Bitures, arrancó el lunes a primera hora y concluyó el martes con 14 detenidos y más de 40 imputados.

La Policía Nacional ya descabezó en junio otras líneas de negocio de esa organización deteniendo en diferentes municipios, entre ellos Godelleta (Valencia), a los encargados del tráfico de drogas, el amaño de partidos de tenis el contrabando de tabaco, las extorsiones, los robos y el blanqueo.