En la primera parte se jugó a lo que quiso e impuso Ángel López en el terreno de juego, un equipo ordenado, sin fisuras atrás y con mucho peligro en el área, como la jugada que dejó solo a Ibra para poner a su equipo por delante en el marcador. Con la expulsión de Álvaro, el equipo alicantino pudo hacer más sangre pero una falta botada por Joaquín Calderón fue al poste. En la segunda mitad y con uno menos, el cuadro valenciano rozó el empate.