El Alcoyano continúa sin ofrecer su mejor versión en El Collao. Un nuevo despiste defensivo unido a la falta de efectividad -Braulio Nóbrega erró un penalti- derivó en el tercer empate consecutivo contra el Teruel pese a disfrutar de superioridad numérica durante más de media hora. El conjunto aragonés fiel a su filosofía disputó de tú a tú la posesión complicando el sistema ideado por Vicente Mir que, de nuevo, apostó por incrustar en la medular a Vicente Pérez en detrimento del musculo de Omgba. Eldin, previamente a sufrir una nueva rotura en el sóleo, dirigió tímidamente al palo corto el balón recibido de Bryan Reyna otorgando toda la ventaja al meta visitante Valera. El Teruel contrarrestó con un pase entre líneas de Jamelli sobre Becerra que disfrutó de un mano a mano con Miguel Bañuz. El portero resolvió con sangre fría sacando la pierna izquierda para desviar lo justo a saque de esquina. En la acción posterior, un contragolpe de tiralíneas tras una pérdida de Hermosa culminó con el remate en semifallo de Leire en el punto de penalti haciendo inútil la estirada de Bañuz. El gol dejó ko al Deportivo que trató de sobreponerse sin excesiva convicción. Óscar Díaz lo intentó sin éxito con un par de remates.
Segunda parte
El paso por el vestuario pulió los desajustes favoreciendo un juego más vertical. Óscar Díaz habilitó el balón a Braulio Nóbrega que fue barrido en el interior del área por el portero Valero, aunque con la intención de controlar el balón. El colegiado, no obstante, decretó la pena máxima y, además, le mostró la segunda cartulina amarilla. El técnico aragonés, Daniel Aso, sacrificó a Gauna para dar entrada al segundo portero, Juanma, providencial puesto que adivinó la intención de Braulio Nóbrega evitando el empate. El punta canario se sacó la espina 5 minutos más tarde cabeceando en plancha al fondo de la red el esférico servido desde la izquierda por Bryan Reyna.El delantero Rubio, recién incorporado, se topó con la cepa del poste. Crespo, sumado al ataque, puso a prueba los reflejos de Bañuz. Hernán Lino ya en tiempo de prolongación dispuso de la última gran ocasión, pero remató de cabeza excesivamente desviado.
