Eusebio Pascual, del equipo alicantino Mutua Levante-Bioracer, está entre el grupo de ciclistas nacidos en 1995 que desean coger el relevo de los Contador, Valverde o «Purito» Rodríguez, y en el que figuran entre otros Enric Mas (Quick-Step Floors), Iván García Cortina (Bahrain Merida) y Óscar Rodríguez (Euskadi Murias), que ya se han dejado ver arriba con los mejores. Segundo en el ranking de la RFEC de la categoría élite y sub 23, Pascual sueña con seguir los pasos del esprinter torrevejense Manuel Peñalver, que pasó en 2018 y ya tiene en su palmarés el triunfo en una etapa de la Vuelta a China. De momento, aunque él no suelta prenda, existe la posibilidad de que arranque la próxima campaña en Caja Rural amateur para dar el salto a mitad de 2019 con la escuadra navarra. Está pendiente del teléfono por si algún equipo llama y puede hacerlo antes.

Su temporada 2018 es para enmarcarla...

Me marqué como objetivo ser regular durante todo el año y pienso que lo he conseguido. Me hizo mucha ilusión comenzar ganando la clásica de Aiztondo, donde se dan cita los mejores corredores de España y, posteriormente notar que he ido a más ganando tres vueltas y estando con ellos en la mayoría de las que he competido. ¿Qué cómo me defino? Como un escalador. Además tengo fondo y me desenvuelvo bien en las vueltas porque cada día que pasa estoy mejor.

¿Se puede hacer algo más para dar el salto a profesionales?

Pienso que no y estoy orgulloso de mi progresión. En 2017 logré imponerme en la Ruta Ciclista de los Castillos y Las Batallas de Jaén y en esta campaña noté que en las vueltas me iba encontrando cada día mejor. Que he progresado mucho. Pienso que es el momento de cumplir el sueño que tengo desde muy niño. El hecho de haber pocos equipos españoles lo complica todo. Abajo hay grandes corredores, pero pocas opciones para llegar al pelotón profesional. Qué puede pensar un chaval que ve mi palmarés y comprueba que no lo tengo fácil para correr con los mejores el año que viene.

¿Confía en ver cumplido su sueño?

Sí, tras acabar la temporada, que para mí ha sido genial. Esperaba estar ahí pero no tan arriba todo el año. Ahora, a esperar que suene el teléfono y me llame algún equipo para dar el salto. Lo estoy pasando peor en la espera que corriendo. Me gustaría tener una oportunidad. ¿Qué más se puede ganar para que se fijen en uno?, me pregunto. Quiero llegar arriba, pero yo no decido.

¿Qué director de todos con los que ha trabajado le ha dejado más huella?

Está complicado, porque de todos he aprendido. Pero, me quedo con el desaparecido Iván Rocamora. No hay día en que me no me acuerde de él cuando cojo la bicicleta. Desde juveniles me inculcó el amor por este deporte y luego fue mi entrenador personal. Si doy al salto al profesionalismo será mucha culpa de él. Se volcó conmigo y si consigo llegar estará muy orgulloso de ello.

Por cierto, ¿cómo calificaría Alejandro Valverde tras vestirse con el «arcoíris?

El ciclista murciano es todo un fuera de serie. Para mí siempre ha sido el número uno y ahora, desde el domingo, lleva el maillot que lo demuestra. ¡Muy grande!

EN CORTO

¿Cómo empezó todo en el mundo del ciclismo?

En el Club Ciclista Ontinyent como cadete. Luego, con el Giménez Ganga,

del Club Ciclista Sax, competí en juveniles dos años. Con ellos gané mi

primera carrera en la Font Roja. En los cinco años que llevo como

amateur he estado con el Mutua Levante.

¿Quién ha sido su ídolo dentro del pelotón internacional?

Valverde. Sería un sueño estar con él la próxima campaña en un pelotón.

A nivel más cercano siempre me he fijado en Rafa Valls. Tanto él como su

familia siempre me han ayudado en todo lo que han podido. Era muy amigo

de su hermano e iba a ver sus carreras con ellos. Él me empujó a

dedicarme a este deporte y a apuntarme al Club Ciclista Ontinyent.

Empecé tarde a correr. En cadete no sabía ni lo que era un bicicleta.

Antes jugaba al fútbol.