Alejandro Valverde, que el domingo se proclamó campeón del mundo de fondo en carretera de ciclismo en la localidad austríaca de Innsbruck, agradeció este lunes el trabajo de todo el equipo español, cuya labor destacó como crucial en su triunfo.

"Hubo detrás un gran trabajo de la selección. Tenía mucha confianza en ellos, que se dio en parte por la concentración que habíamos tenido todos juntos. Teníamos las cosas claras, sabíamos cómo estaba cada uno de forma. Arranqué en el momento justo y en esos últimos 300 metros sólo pensaba en ganar, no podía dejarme ni un gramo de fuerza. Eso es lo que hice. Lo di todo porque era la ilusión de mi vida", dijo durante una rueda de prensa en la sede de Telefónica.

"Yo soy el que doy pedales, pero el esfuerzo de la selección, del entrenador y del Movistar en general te hace llegar a este objetivo con garantías. Ser campeón del mundo es algo increíble. Por eso esa emoción, esa rabia, esos chillidos cuando crucé la meta. Eran seis medallas, pero la sensación era diferente a ser campeón", comentó.

Valverde, que reconoció que ya ha mirado el recorrido del año que viene y el de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, asegura verse sorprendido por su campaña después de la grave caída sufrida en el Tour del 2017: "No me lo creo".

"De hecho, recién caído pensaba que se acababa mi carrera deportiva. Luego me dieron esperanzas cuando estaba en el hospital de que podía por lo menos montar en bici. Y conforme me iba recuperando, de que podía ser profesional. Ni en mis mejores sueños pensaba en la temporada que he hecho", agregó.

El murciano, recibido con un minuto de aplausos y acompañado por el seleccionador nacional, agradeció las muestras de apoyo del pelotón: "Estoy satisfecho con el reconocimiento en general, no solo por ganar este domingo. Noto cuando me hablan el cariño que me tienen. Incluso toda la prensa internacional. Luego recibí la felicitación de otros campeones del mundo como (Mario) Cipollini, (Óscar) Freire..., que creían que el ciclismo me lo debía, y al final se ha podido conseguir. Para mi es algo increíble".

Asimismo explicó cómo transcurrieron los metros finales: "Los franceses pusieron el ritmo alto. Miro para atrás e íbamos cinco. Pensé que la cosa se ponía bien. De golpe se quedó (el francés Julian) Alaphilippe y pensé, mejor se pone. Y cuando íbamos ahí se quedó otro, pensé que lograba medalla y estaba contento. Sabía que era el más rápido y tenía que tenerlos a todos controlados, no podía permitir que ninguno me pillara desprevenido. Iba mirándolos, guardándome una bala".

"Cuando quedaban dos y medio vi que venía (el holandés Tom) Dumoulin. Me iban dejando un poco el peso a mi del grupo y cuando llegó vi que estaba haciendo intención de arrancar. Cuando lo hizo yo también estaba arrancando y se paró. Me limité a controlarlos, pegándome a la valla por el lado derecho. Cuando vi que quedaban trescientos metros dije, 'ahora'", agregó.

En cuanto a las diferencias entre este Mundial y otros, manifestó: "Creo que se han juntado muchos factores. A lo mejor en otros no ha habido la unión que ha habido en este, eso es un factor. Otro es que tienes que estar en forma y que el circuito se tiene que adaptar a tus condiciones. El ambiente era buenísimo, todos sabíamos a lo que íbamos, el circuito era perfecto para mi, mi condición física era extraordinaria después de LaVuelta".

Por otro lado consideró que hay sucesores de garantías para la actual generación: "Hay relevo. A lo mejor es difícil conseguir todo lo que hemos conseguido esta generación pero nivel hay y tenemos que estar tranquilos".