La Fórmula 1 se distancia cada vez más de los pilotos españoles. No es capricho, es ley de vida. El próximo curso solo lo empezará Carlos Sainz tras el sonado adiós del campeón Fernando Alonso. El relevo generacional es una incógnita. O quizás no tanto. Daniel Briz (Alicante, 2005) está por méritos propios en la primera fila de la parrilla de salida de los meritorios.

Con solo dos años se subió a un kart en el circuito de Villena y este fin de semana, aún con 12, buscará gloria en el Campeonato del Mundo júnior que lanzó a la fama a Fernando Alonso en 1996.

Su exultante juventud contrasta con el abultado palmarés que tiene a sus espaldas. El triunfo que más brilla, el más reciente: el campeonato de España cadete que consiguió la temporada pasada.

Desde este jueves ya rueda en el circuito sueco de Kristianstad para tratar de hacerse un hueco en el escaparate mundial. «Con nervios, pero como si fuera la última carrera», así afronta Briz tan magnánima prueba. Una presencia en el Campeonato del Mundo que se ha ganado con el volante en las manos y del que depende buena parte de su futuro.

«Va a ser muy importante sobre todo a nivel de imagen porque a la carrera acuden siempre grandes marcas como Red Bull o McLaren para captar a los futuros pilotos», revela el padre de la joven promesa, que a día de hoy cuenta con el patrocinio del Banco Santander, Blinkers y Citiwagen.

La cita mundialista termina este domingo y Daniel Briz no sólo espera suscitar la atención de grandes marcas, sino también de patrocinios que le permitan «sentarse a hablar» con las escuderías. «Es un deporte muy caro y competimos contra pilotos que nos triplican en presupuesto», cuenta Briz. «Aquí aporta hasta el abuelo del chaval», confiesa el padre, volcado en la progresión de un piloto que cuenta con el apoyo de toda la familia y de otras empresas como Ford Movilsa, Bad Toro o Brandleys.

Desde bien pequeño pulverizó récords, con apenas ocho años se coló en el podio del Campeonato de España ante rivales de 11 años. Tres años más tarde se proclamaría campeón de dicha prueba en una carrera de videoteca tras remontar desde el último hasta el cuarto puesto.

Al amparo de «Magic» Alonso

Su nombre comenzó a resonar por el mundillo del automovilismo nacional y hasta la revista oficial de Ferrari le ha dedicado varias de sus páginas. Tampoco pasó desapercibido para el bicampeón del mundo Fernando Alonso, con cuyo equipo corre y con el que no cesan comparaciones y casualidades. Una de ellas, ser campeón de España con el número 14, el mismo que el del piloto asturiano. «Lo conocemos bien, no nos ayuda directamente, pero sí su equipo, sería imposible mantenernos sin ellos», explica el padre de la promesa.

Este curso Daniel Briz saltó a la categoría júnior antes de tiempo para «coger ritmo con gente casi profesional» y los resultados no han podido ser mejores. «Los próximos dos años van a ser claves», no para de repetir el joven, consciente de que del futuro más reciente depende su carrera.

El niño que antes de empezar a hablar manejaba a la perfección coches de radiocontrol hoy está en la antesala del profesionalismo. «La gente estrena chasis en cada carrera, nosotros llevamos el mismo durante toda la temporada». Con la humildad y la ilusión por bandera, con los grandes circuitos en la cabeza. El futuro está en sus manos. Y en la de los patrocinadores.