Jorge Molina (Alcoy, 22-04-1982), es un jugador diferente. Licenciado en INEF y en Magisterio y con muchos años a sus espaldas en el fútbol, relató ayer cómo han cambiado los vestuarios y la forma de comunicación entre los jugadores. Ahora, todo es diferente.

P ¿Cuál es el secreto de Jorge Molina para mantenerse en la élite con 36 años a un gran nivel?

R Conforme vas cumpliendo años, requieres un poco más de esfuerzo en todos los aspectos. Alimentación, cumplir horas de descanso, recuperar... con la experiencia, vas sabiendo lo que le viene mejor y peor el cuerpo. Hago mis rutinas aparte y poco a poco voy peleando.

P ¿Cuando empezó a jugar al fútbol se imaginaba llegar hasta los 36 años en un equipo de Primera después de una larga carrera entre los mejores?

R No, ni de coña. Pensaba que si llegaba, lo iba a dejar mucho antes. Pero las fuerzas me acompañan y me encuentro bien. Mientras eso siga así, porque la ilusión la tengo como el primer día, entonces eso no me va a faltar. Me gusta seguir jugando al fútbol y mientras las fuerzas respeten, seguiremos dando guerra.

P ¿Qué sintió este verano cuando trajeron a dos de los máximos goleadores

R Cuantos más jugadores vengan y de mayor calidad, repercute en la competencia y en el día a día. Eso es beneficioso para el equipo. Todo el mundo está más activo y más al cien por cien porque sino sabes que no vas a jugar.

P ¿Qué significa José Bordalás para usted? ¿Es realmente un entrenador tan serio como parece?

R No es tan serio. En la intimidad es más cachondo. Pero es verdad que es un técnico muy exigente. En el trabajo es serio. Siempre exprime al jugador y saca lo mejor de él.

P Usted, como capitán... ¿Cuándo habla nota que los jóvenes le escuchan con atención? ¿Cómo ha evolucionado la juventud? ¿Nota un cambio enorme desde su época?

R La realidad de hoy no es la que había antes. Evidentemente, los tiempos han cambiado en todo. En la sociedad y en el fútbol. Antes los veteranos tenían otra imagen. Se les respetaba mucho más. Es un reflejo de la vida, había más respeto a las personas mayores. Al final, hay que hacerse respetar por la forma de ser, no por ser mayor o por si eres capitán. La forma en la que te lleves con los compañeros hace que te respeten.

P ¿Aplicaría una ley como la de Macron en las escuelas francesas pero en los vestuarios? Es decir, fuera móviles hasta salir del lugar de aprendizaje.

R Puede ser. Tiene razón. Es verdad que cada día, todo el mundo está más metido en el móvil. Se pierde la relación personal, hablar, conocer las inquietudes, la vida y los gustos de tus compañeros. Sin móvil se hace más equipo y la relación es más fluida en todos los aspectos. El móvil hace que cada uno esté enfrascado en su mundo. Pero hay que seguir unos parámetros en el vestuario para que eso no pase.

P ¿Ahora hay menos comunicación entre los jugadores que hace 15 años por culpa de las tecnologías?

R Antes, cuando empezaba, los móviles no existían o eran piedras. Era todo muy diferente. El móvil en el vestuario no existía, no era nada y las relaciones eran totalmente diferentes. Igual que ahora un niño está con la videoconsola, antes estábamos en la calle jugando al fútbol o a cualquier cosa.

P ¿Se siente un futbolista atípico? ¿Cómo se toma que una persona con estudios sea un «rara avis» en el sector?

R Al final, por desgracia, en el mundo del fútbol, en los vestuarios, si somos 22 o 23, hay un porcentaje bajo con carrera. Tres o cuatro por año y soy generoso. Tiene que ver con la educación que te han dado en casa. Mis padres siempre me dijeron que primero a estudiar y luego al fútbol, porque era lo que me iba a dar de comer. Afortunadamente, se han equivocado. He podido vivir del fútbol. Pero los estudios tienen que estar ahí, la carrera del futbolista es corta.

P ¿Aconseja a sus compañeros más jóvenes que estudien como si fuera un padre?

R No, porque si no el respeto lo pierdo rápido. Me van a decir... «¿este qué me está contando?». Con Hugo Duro, por ejemplo, que subió del filial y debutó, me dijo que estaba estudiando. Entonces, intentas aconsejarle que siga con la carrera porque el fútbol tiene tiempo de sobra para hacer otras cosas.

P Volviendo al fútbol... 26-0. Ese es el resultado del Atlético de Simeone contra el Getafe. Desde que está en el conjunto rojiblanco, nunca le han metido un gol... ¿qué os ocurre con el Atlético de Simeone?

R No sabía el dato. Siempre hay una primera vez para ganarles. Desde que está el «Cholo», el Atlético es muy difícil de jugar y batir. Estamos en una buena dinámica. Estamos convencidos de sacar algo positivo.

P ¿Cuánta cuerda le queda a Jorge Molina?

R Esperemos que mucha. Físicamente me encuentro bien y mientras respondan las fuerzas voy a continuar. Disfruto jugando al fútbol, entrenando y con los compañeros. Disfruto el día a día y cuando hay partido y todo lo que se vive. Es una sensación bonita.

P Cuándo acabe su carrera, ¿se ve capaz de dedicarse a la enseñanza?

R Cuando me retire, no sé que voy a hacer. También tengo el segundo nivel de entrenador y el curso de director deportivo. No sé donde voy a enfocar. Pero si tengo que ser profesor, no hay problema. Intentaré educar como lo han hecho conmigo y transmitir los valores óptimos para la sociedad.