Pedro Rivero ya puede respirar tranquilo. Él, como entrenador, y el resto de integrantes del club, técnicos y dirigentes, ya saben que dos de sus apuestas más fuertes para la presente temporada han aterrizado por fin en Valencia procedentes de Casablanca minutos después de las cinco de la tarde. El ala-pívot guineano Cheick Conde y el pívot maliense Boubacar Sidibe tomaron tierra en Manises en el mismo avión a pesar de que la llegada del segundo estaba prevista para el domingo por la tarde. Un trámite administrativo en la consigna del aeropuerto Mohammed V obligó al 'cinco' del HLA a pasar la noche en la ciudad marroquí antes de coger el siguiente vuelo, casualmente en el que viajaba Conde, también con destino a la capital de la Comunitat.

Guillermo Rejón se encargó de recibirlos a ambos y de trasladarlos en su propio coche hasta La Nucía, lugar de concentración de la Fundación esta semana. El equipo alicantino se ejercitará allí debido a los preparativos del evento internacional de tenis de mesa que ocupará en exclusiva el Centro de Tecnificación desde el jueves. El director deportivo presentó a los dos refuerzos africanos del equipo a sus compañeros antes de que ambos se integraran con total normalidad al grupo.

Pedro Rivero mantiene la rutina de dobles sesiones de trabajo, reservando la mañana para las cargas físicas y las tardes para los conceptos tácticos. Esta semana, el HLA disputará dos nuevos encuentros amistosos, el primero, el míercoles, frente al Gandía (Liga EBA); y el segundo, el domingo contra el Palma (LEB Oro). El preparador segoviano tiene a todos sus hombres disponible a excepción de Kike Garrido, que continúa recuperándose de una rotura fibrilar en la pierna derecha. Los medícos creen que podrá estar listo para entrenar al comienzo de la próxima semana.