La plantilla del Alcoyano ha sufrido una notable renovación consecuencia directa de una temporada rocambolesca, plagada de relevos en el banquillo y con el descenso pisando los talones hasta la penúltima jornada. El décimo proyecto abanderado por el presidente Juan Serrano aspira a recuperar el espíritu ganador amparado en la fortaleza de El Collao y la ambición de un entrenador, Vicente Mir, que ha asumido el reto de consolidar el proyecto y de «tocar la Segunda División» en el plazo máximo de dos años.

Únicamente ocho futbolistas han sido invitados a prolongar su estancia en el vestuario blanquiazul: Miguel Bañuz, Carlos Barreda, Tomás Ruso, Antonio Navarro, Franck Omgba, Miguel Ángel Nieto, Eldin y Hernán Lino. El resto del plantel (13) está conformado por hombres que han pasado el filtro de Mir, que confía en poner la guinda con una última incorporación, probablemente de carácter ofensivo.

La zaga es la única línea que mantiene el bloque del pasado curso. Aún así, ha registrado cinco incorporaciones: el portero Javier Ortega (Atlético Saguntino), David Córcoles (Racing), Primitivo Férriz, Primi (Elche) Fernando Fernández Pajarero (Ebro) y Jose Hermosa (La Nucía). La medular presenta seis nuevos rostros: Carlos De Lerma (Toledo), Michael Anaba (Ontinyent), Alberto Rubio (Elche), Bryan Reyna (Mallorca), Nebil Ibáñez (Alcoyano juvenil) y Chaim Roserie (Jacksonville Armada). La punta de ataque se ha remozado combinando la juventud de Rubén López, Rubio, (Deportivo Aragón) y la experiencia de Óscar Díaz (Hércules). Ambos tienen la misión de contribuir a mejorar la efectividad ante el marco rival.