La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) acaba con el anhelo deportivo del Intercity de jugar en Tercera División este año. Rechaza formalmente su inscripción en el Grupo VI. La comisión jurídica le deniega la participación atendiendo a los artículos 102 y 106 del reglamento general de competición porque considera que no cumple con el único requisito que exige la normativa para dar luz verde a la fusión entre clubes: deben ser equipos de localidades limítrofes y sus terrenos de juego han de estar ubicados en el mismo municipio que su sede social. Novelda e Intercity incumplen este precepto.

Es la conclusión legal a la que han llegado los servicios jurídicos de la RFEF después de escudriñar la documentación facilitada por el conjunto que preside Salvador Martí y en la que se desglosan las medidas seguidas por el empresario para lograr su objetivo. Los abogados de la Española encuentran que hay «indicios sobrados de haber querido saltarse unas normas que están muy claras» con la maniobra del conjunto de Sant Joan para concretar su fusión, una por absorción, modalidad de adquisición de derechos deportivos en la que no se hace una oferta por el valor total de la entidad, sino que se asume su deuda y ambas sociedades perduran con identidad propia. De hecho, la idea inicial era que el primer equipo del Intercity ocupara el lugar del Novelda en Tercera y que el conjunto de La Magdalena arrancara desde Seguda Regional sin perder ni su nombre ni su escudo.

Para lograr la fusión (operación diferente a la de compra directa de una plaza que otro club deja vacante y que es tutelada por la Federación) resulta imprescindible la condición de localidades limítrofes, que es la manera que halló la RFEF de acotar al máximo el trasiego de equipos de unas ciudades a otras por intereses no deportivos o por simple capricho y, de paso, mantener a las aficiones al lado de sus clubes de siempre. Originalmente, los domicilios sociales de Novelda e Intercity incumplían este rasgo imperativo. Martí ideó una solución novedosa que, a su juicio, se ajustaba a derecho. Cambió la sede social de su club de Sant Joan a Alicante. Después trasladó la del Novelda a Monforte del Cid (pero sin abandonar La Magdalena como escenario de los encuentros). Tras ello, procedió a la fusión. Es un sencillo trámite burocrático que se consuma en cuestión de minutos, de hecho, se pueden ejecutar varias domiciliaciones sociales en un mismo día. Martí, una vez formalizada la absorción, devolvió la sede social de la entidad resultante a Alicante, donde llegó a postularse para jugar sus duelos ligueros en el Rico Pérez. No prosperó esa idea y regresó a Sant Joan.

Y esto último es principalmente lo que ha malogrado la tentativa del Intercity. Según fuentes de la comisión que rige la liga en 2ªB y 3ª, un club solo puede jugar en una localidad diferente a la de su domicilio social en casos excepcionales y previa petición de un permiso especial. Sucede, por ejemplo, con equipos que ascienden a una categoría que exige aforos mínimos o superficies determinadas (el Llagostera se benefició de esto el año pasado) o cuando tu terreno de juego sufre problemas irreparables. Ninguno de estos supuestos se da en el caso del Intercity y del Novelda. También, las mismas fuentes, aseguran que esto no ha sido lo único que ha fallado. «No figuran en el registro de entidades deportivas de la Comunitat y tampoco hay constancia alguna de que la Federación Valenciana haya autorizado todos los cambios de sede social llevados a cabo durante todo el proceso».

A vueltas con el campo

Por último, la Federación Española desvela que cuando el Intercity presentó «la solicitud de cambio de domicilio social a Alicante, lo hizo fijando el campo de Sant Joan como escenario de sus partidos», circunstancia que incumple, según los letrados de la RFEF, el reglamento general.

Aunque en un primer momento, el consejo de administración del Intercity sopesó la opción de emprender acciones legales contra el dictamen federativo, finalmente ayer acabó aceptando el revés y comunicando sin elevar el tono que seguirá adelante, pero no en Tercera como pretendía, sino en Preferente, que es el sitio que se ganó por derecho propio tras sellar en junio su ascenso desde Primera Regional. «Agradecemos, tanto a la Federación Española como a la Valenciana de Fútbol, su disposición y rapidez a la hora de estudiar la fusión», concluía el texto hecho público por el club de Sant Joan.

Por su parte, el Novelda tendrá que cargar ahora con su deuda. Sin absorción y, por consiguiente, sin derecho a competir en Tercera, Martí no se hará cargo del pasivo noveldense, tal y como se subraya en el mismo comunicado: «Damos las gracias a la Junta Directiva del Novelda por su acercamiento al Intercity, y le deseamos que pueda hacer frente a su situación económica, y a continuar así su larga trayectoria deportiva».

Los acuerdos alcanzados con jugadores como Álvaro García, Paco Peña e Iván Forte quedan liberados para las dos partes, o sea que si alguno desea seguir adelante habría que volver a sentarse a negociar otras cantidades. Que el equipo no figurara en las actas de propuesta oficial de calendario de Tercera que redactó la Federación Valenciana el pasado lunes anticipó de forma premonitoria este desenlace aciago.