Todo o nada. La comisión jurídica de la Federación Española de Fútbol (RFEF) se reunió ayer en Madrid para analizar la validez de la documentación aportada por el Intercity tras la fusión por absorción que realizó con el Novelda, propietario de una plaza en el Grupo 6 de Tercera División. El presidente de dicha comisión, José Ángel Peláez, comunicará hoy a la directiva del recién nacido club alicantino si todo está en regla y si se pueden inscribir en la competición, algo que, de momento, sigue en compás de espera.

De hecho, la Federación Valenciana de Fútbol, en su propuesta de calendario, mantenía anoche en su documentación oficial al Novelda como dueño de la plaza a expensas de que se conozca el inminente dictamen de la Española.

Si se da luz verde al proceso ideado por la entidad que lidera Salva Martí, el Intercity estrenará su sitio en Tercera a finales de agosto. Pero si no es así, se intuye una carrera en los tribunales que casi imposibilitaría la opción de arrancar el curso en tiempo y forma. De momento, en el club alicantino están tranquilos «Tenemos todas las garantías legales porque contrastamos el proceso de fusión con tres bufetes de abogados diferentes», explica Martí. «Estamos tranquilos, lo tenemos todo previsto. Nos ampara la Ley», enfatiza convencido el propietario del Intercity.

El sistema empleado para adquirir la plaza del Novelda es la clave. La RFEF sólo prevé dos supuestos para fundir clubes y ambos tienen que ver con la ubicación geográfica. Deben ser equipos con domicilios sociales limítrofes, municipal o comarcalmente. San Juan (sede original del Intercity) y Novelda no cumplían este requisito. La solución ideada por Salvador Martí fue práctica. Al Intercity lo domicilió en la capital y al equipo de La Magdalena en Monforte del Cid. Tras ello, procedió a la fusión por absorción, es decir, a comprar la deuda del conjunto noveldense porque ambas entidades respetaban ya la obligada cláusula geográfica. Con ambos conjuntos integrados, se volvió a domiciliar al Intercity en la capital, donde ahora tiene su sede social.

Al ser la primera vez que se plantea esta vía, la RFEF tiene que decidir qué hacer, porque si le da el visto bueno, tal y como esgrimen Martí y su directiva, abrirá un camino inexplorado y, sobre todo, muy sencillo para propiciar futuras fusiones de clubes que puedan estar a muchos kilómetros de distancia con un simple cambio de código postal.

Con la Ley en la mano, el Intercity considera que todo lo que ha hecho está en regla dado que no hay nada en el ordenamiento que prohíba la gestión administrativa que han llevado a cabo. La Federación Española no previó en su momento, en su reglamento interno, esta manera de obrar. Creyó que con permitir fusionarse (en vez de comprar plazas a tocateja) sólo a equipos limítrofes sería suficiente. No contaban con el ingenio legal del dueño del, a día de hoy, nuevo equipo de Paco Peña.