n Quince días de competición desde el inicio en el estadio Luzhniki de Moscú con el Rusia-Arabia Saudí han dado para mucho, para sueños truncados, para polémicas, para muchos momentos de tensión, con el videoarbitraje (VAR) como invitado añadido, y sobre todo para apuros, tremendos, de varios de los aspirantes a heredar en el trono universal a la 'Mannschaft'.

Incluso Brasil se la jugaba en el último partido. El conjunto de Tite, que en las quinielas partía como gran aspirante al título junto a Alemania, podría haber caído eliminado si no vencía a Serbia en el estadio Spartak de Moscú. Paulinho y Thiago Silva devolvieron la calma y dieron el billete a la Canarinha.

Mucho más agónico, de infarto, fue el pase de Argentina, que tuvo que aguardar a un milagroso gol de Marcos Rojo para ganar a Nigeria (2-1) y evitar el k.o. prematuro. España, también considerada favorita, y Portugal, la actual campeona europea, sellaron el billete al final, con discretas actuaciones que les estuvieron a punto de costarles muy caros, y México, que deslumbró en sus dos primeros encuentros estuvo a punto de caer eliminada al perder frente a Suecia, pero le salvó el histórico triunfo de Corea del Sur ante Alemania.

Uruguay, Rusia, Croacia, Francia, Bélgica e Inglaterra, resolvieron por la vía rápida y miran con grandes ilusiones estos octavos de final, aunque el hecho de haber superado y haber sabido salir del 'barro' refuerza a las selecciones que tantos apuros han pasado. El Mundial empieza de nuevo. Superar las adversidades, en numerosas oportunidades, suele reforzar y hacer crecer a los grupos.

Las eliminatorias arrancan con varios platos fuertes. Sobresalen el Francia-Argentina, que dará el pistoletazo de salida a los octavos este sábado, en el Kazán Arena, y el Brasil-México, todo un duelo americano estelar.

La joven selección gala de Didier Deschamps, que ha progresado sin alardes pero dejando señales de que se puede convertir en un poderoso conjunto con muchas alternativas, reta a una Argentina refundada en lo anímico gracias al milagroso tanto de Rojo. Empieza un nuevo Mundial para Leo Messi y compañía con la esperanza de que superar tanto sufrimiento sirva para liberar de presión a la 'Pulga' y este abandere el equipo Albiceleste que toda la hinchada anhela.

Antoine Griezmann no ha brillado hasta ahora apenas, pero la cierta solvencia exhibida por el bloque galo hace que este quiera reivindicar su progresión en un duelo que tradicionalmente ha caído del lado argentino.

La Canarinha, pese a los apuros provocados por las tablas iniciales ante Suiza y la costosa victoria contra Costa Rica, firmada tan solo en la prolongación, ha exhibido mucho equilibrio gracias a la labor de los Casemiro y Paulinho en la medular y mejoría, aún sin explotar, en las prestaciones de los Neymar y Gabriel Jesús. Por ahora, el gran protagonista de la andadura del cuadro de Tite, ha sido Philippe Coutinho.

Debe, cómo no, refrendarlo ante el Tri, al que no tiene que mermar la clara derrota ante Suecia en el último partido, sino un aprendizaje de lo que no se debe hacer tras todo lo bueno hecho frente a Alemania y Corea del Sur. México ha demostrado que dispone de mimbres de entidad para plantar batalla a los más grandes y aspirar a todo.

La anfitriona Rusia aprovechó la debilidad de Arabia Saudí y Egipto para devolver la ilusión a un pueblo que no creía en el equipo de Stanislav Cherchesov, cuyo tercer partido, con una clara derrota ante Uruguay (3-0), sirvió para amainar la euforia que se estaba creando.

Otorgan los rusos a España el papel de favorito en el choque del domingo en el estadio Luzhniki, pero avecinan una dura batalla fundamentada en concentración defensiva y rapidez a la contra para aprovechar las debilidades mostradas hasta el momento por una gris España, a la que le está costando asimilar el relevo en el banquillo de Julen Lopetegui a Fernando Hierro, acaecido un par de días antes del estreno en el Mundial.

La Roja, salvo en pasajes frente a Portugal, no ha encontrado el ritmo necesario en el manejo del balón, varios de sus hombres importantes no han alcanzado el nivel y los errores, numerosos, han sido perfectamente aprovechados por rivales ante los que no se preveían tantos apuros. Necesitan los hombres de Hierro reencontrar su identidad y evitar tantos fallos si quieren tener opciones en un coliseo que será una caldera en su contra.

El estadio Fisht de Sochi alberga un gran duelo entre dos de los equipos que mejor defienden de este torneo.