Salvado su primer 'match ball' gracias a un golazo de Toni Kroos en el minuto 95 del partido ante Suecia, la selección de Alemania, actual campeona del mundo, se juega su futuro en Rusia 2018 frente a un equipo a priori sencillo, una Corea del Sur que espera un milagro para poder llegar a octavos. Con la moral por las nubes y la confianza recuperada, la 'Mannschaft' tiene como único pensamiento el triunfo, sabedora de que todo lo que sea sumar de a tres mañana en Kazán podría, si se dan otros resultados, dejarle fuera del Mundial a las primeras de cambio, algo que no sucede desde 1938.

El equipo de Joachim Löw llegó a Rusia tras proclamarse cuádruple campeona mundial hace cuatro años en Brasil -derrotando en la final a la Argentina de Leo Messi-, pero su estreno no pudo ser peor, al ser sorprendida en el estadio Luzhniki por México, que la derrotó gracias a un gol de Hirving Lozano.