Arabia Saudí derrotó ayer a Egipto por 2-1 en el último partido del Grupo A y se anotó el primer triunfo árabe en este Mundial, en un partido que ya era intranscendente a efectos clasificatorios. Un gol en tiempo de prolongación de Salem bañó en lágrimas a "los Faraones" y ensombreció la marca del portero egipcio Essam El Hedary, que con 45 años, cuatro meses y nueve días se convirtió en el jugador más veterano en disputar un mundial.