El bagaje de Jorge Sampaoli como seleccionador argentino alumbra un total de seis encuentros oficiales, saldados con una victoria, cuatro empates y una última derrota ante el combinado de Croacia que deja a la Albiceleste en una situación límite en el Grupo D del Mundial de Rusia.

Del conjunto sudamericano se aguardaba una reacción tras empatar en su estreno ante Islandia, pero acabó por desmoronarse: encajó un 3-0 que compromete su continuidad en el torneo, señala a Sampaoli, castiga a Willy Caballero y reabre la eterna «cuestión Messi».

El grave error del 1-0 señala al guardamenta Willy Caballero

La grave lesión de Sergio Romero agitó la portería de la selección argentina a las puertas del Mundial de Rusia. Nahuel Guzmán fue rescatado en el lugar del portero del Manchester United, pero ni él ni Franco Armani lograron hacer valer su continuidad en Tigres y River Plate. Willy Caballero, habitual suplente del belga Courtois en el Chelsea, fue el elegido por el cuerpo técnico a pesar de su inexperiencia con la Albiceleste. Con 36 años, suma cinco partidos como internacional; debutó el pasado mes de marzo.

El juego con los pies le posicionó por delante de sus compatriotas, pero aquello que se intuía como una virtud terminó tornándose en su contra. En el minuto 53 del encuentro disputado en Nizhny Novgorod, Caballero trató de elevar el balón sobre Rebic. Acabó sirviendo el primer gol del bando croata.

Ese error fue condenatorio, pero antes la selección argentina ya había evidenciado un grave desencaje en la salida de balón. Ocurrió ante Italia, España e Islandia. No se corrigió.

Una selección sin respuesta psicológica ante la adversidad

En los cuatro últimos años, la selección argentina perdió tres finales y con ellas la capacidad de rebelión. La adversidad ahora le paraliza. Como muestra, las tres alarmantes derrotas sufridas en la «era Sampaoli»; cayó ante Nigeria (4-2), España (6-1) y Croacia (3-0) sumando 13 tantos en contra por tres a favor. Al tropiezo ante el cuadro nigeriano se le restó gravedad por el contexto: fue en un amistoso, sin Messi y en plena descompresión tras la agónica clasificación mundialista. El 6-1 en Madrid, en la penúltima concentración antes de participar en el certamen de Rusia, sin embargo, destapó sus carencias defensivas y, nuevamente, su incapacidad para contrarrestar los contratiempos.

Ante la selección croata, otra vez el gol rival le descompuso. El acierto de Rebic en el minuto 53 sacó a la Albiceleste del partido... y casi del Mundial. El equipo pareció asumir su desgracia, ya que no se sublevó ante la emergencia. Terminó sufriendo dos goles más.

Un equipo que no acompaña al mejor jugador del mundo

Sampaoli puso toda la presión sobre Messi el día que afirmó que ésta selección es del «10», aunque después trató de apartarse de esa sentencia que significaba acomodar otra losa sobre la pesada mochila del capitán. «No puede ser que alguien sea el responsable de un fracaso. Cuando Leo hace un gol con la camiseta de Argentina gritamos todos y cuando perdemos, parece que es Leo el culpable. Es demasiado para un jugador. Es el mejor del mundo, pero es imposible que un sólo jugador te permita cambiar la realidad de un partido», se corrigió.

Esta selección, sin embargo, ni siquiera ha logrado que el barcelonista sea su jugador más resolutivo. Falló un penalti ante Islandia y ante Croacia solo tiró a puerta una vez. Argentina, tres. Este dato evidencia no solo que la Albiceleste no encuentra al rosarino, sino que no tiene más argumentos que él. Sampaoli no ha sabido exprimir el talento que se le presupone a futbolistas de la talla de Agüero, Higuaín, Di María o Dybala.

El planteamiento de Sampaoli no sustenta la idea de juego

Mascherano no ha ofrecido la salida que el equipo ansía, ya fuese acompañado de Biglia o de Enzo Pérez, un jugador que no figuraba en la lista inicial -entró por lesión de Lanzini- pero terminó ganando la titularidad en detrimento de centrocampistas de un corte más constructor, tocador y llegador, como Lo Celso o Banega. La elección de los volantes dinamita la voluntad de generar un entorno similar al que Messi encuentra en el Barça, donde con Busquets, Iniesta, Rakitic y Coutinho. En Argentina ninguno de ellos tiene réplica.

Una sola victoria en seis duelos oficiales con el nuevo técnico

El técnico lleva un año al frente de la Albiceleste. En su etapa se cuentan 13 partidos, seis de ellos oficiales, con resultados que se alejan de lo pretendido. No acompañaron el juego ni los puntos -el balance es de una victoria, cuatro empates y una derrota-. El único éxito se produjo en Quito, donde un triplete de Messi bastó para presentar al equipo sudamericano en Rusia. En los cinco encuentros restantes de esta etapa, ni el «10» anotó, ni Argentina ganó.