La selección española vela armas en Rusia a la espera del duelo decisivo del lunes (20.00) ante Marruecos con sentimientos encontrados: el empate frente a Portugal del estreno dejó sensaciones mucho mejores que la apurada victoria del pasado miércoles en el segundo partido ante la modesta Irán. El equipo de Fernando Hierro, al que le bastará un empate con los marroquíes -ya eliminados- para pasar a los octavos de final, jugó muy por debajo de sus expectativas y deja más dudas que certezas para la segunda fase.

Las imprecisiones en todas las líneas y la incapacidad para crear peligro pese a los altos porcentajes de posesión del balón son dos de las claves del decepcionante partido de la Roja, que pudo salir peor parada si el árbitro no anula el gol del empate iraní, marcado en fuera de juego, tal y como confirmó el VAR. En el lado positivo, la insistencia del equipo y el idilio de Diego Costa con el gol.

El afortunado gol de rebote del «pichichi» Diego Costa

De un rebote, cuando recibió el primer pase filtrado de todo el partido, allá por el minuto 54, de Andrés Iniesta, España encontró el camino de la victoria. Fue la solución para un partido en el que no hubo forma de abrir el marcador para la selección, ni hasta entonces ni después. También fue un alivio para el estrés al que apuntaba ya el encuentro para el grupo dirigido por Fernando Hierro, agarrado de nuevo a los goles de Diego Costa, como en el estreno contra Portugal cuando recibió el 1-0 y el 2-1 de Cristiano Ronaldo. El atacante está en racha: tres goles en el Mundial y nueve en sus últimos doce partidos con la selección. Responde a la confianza con tantos y ha anotado el 75 por ciento de los cuatro goles de la selección en el Mundial.

La insistencia de la Roja hasta conseguir el premio del 0-1

Más que tranquilidad y paciencia, algunos de los aspectos que valoraron los futbolistas al término del partido, España tuvo insistencia. Nunca decayó hasta que encontró el 0-1 en el asedio que se propuso sobre la portería contraria, por momentos un duelo que se batió en torno al área de Irán, sobre todo los primeros 54 minutos del enfrentamiento. España propuso 805 pases a lo largo de todo el encuentro y jugó más de doce minutos de partido efectivo en el último tercio del terreno de juego iraní. Lo intentó de todas las formas hasta que logró el perseguido gol. Lanzó 17 tiros a portería, aunque sólo seis entre los tres palos.

Amplio dominio del esférico, pero muy poca verticalidad

España dominó el balón desde prácticamente el principio del choque, con picos que alcanzaron hasta más allá del 80 por ciento en el primer tiempo, rebajados luego hasta el 69 por ciento por la reacción de su adversario al 0-1 en contra, pero le faltó tanta precisión como profundidad en los últimos metros; dos cualidades que van ligadas y que no tuvo la selección en casi todos los compases del encuentro, también con la dificultad evidente de un equipo tan cerrado atrás como el iraní y que exige pases milimétricos.

Las interrupciones y pérdidas de tiempo constantes del rival

«Se caían mucho, tardaban mucho en volver al juego...», se lamentó Diego Costa al término del duelo en Kazán. Irán intentó, y por momentos lo consiguió, frenar el ritmo de España en muchos tramos del duelo, sobre todo cuando la posesión era de su rival. No permitió ningún contragolpe, no dudó en ralentizar el juego cada vez que había una falta a su favor, en jugar con el cronómetro cada vez que pudo ni en frenar cualquier ataque de la Roja de tres cuartos de campo hacia adelante, con la consiguiente falta de continuidad que provocó en el juego español.

El VAR confirmó el acierto del empate anulado a los iraníes

Irán marcó el 1-1 en fuera de juego. Nunca subió al marcador, por mucho que los futbolistas iraníes se fueran alocados al córner para celebrar el tanto que suponía la igualada ante España. El VAR confirmó que el gol era ilegal, aunque el juez de línea ya había levantado la bandera, en cualquier caso. «Para eso está el VAR», explicó Dani Carvajal. Más irónico fue Carlos Queiroz, el técnico de Irán y exentrenador del Real Madrid, que se acordó del Mundial de Sudáfrica conquistado hace ocho años por la Roja: «El VAR para mí va un poco tarde y es una pena que no haya llegado en Sudáfrica para anular el gol de Villa ante Portugal. Está de lado de España. Cuando marca en fuera de juego no hay VAR y si lo hacemos nosotros sí lo hay».