Un tanto de Kylian Mbappé, que entró en el restringido grupo de los goleadores de menos de 20 años en mundiales, dio a Francia la clasificación para los octavos de final del de Rusia y apagó el sueño de Perú, eliminada de forma matemática en su retorno a la competición 36 años después.

Cruel suerte para un equipo que demostró capacidad para codearse con los grandes, que miró a los ojos a la subcampeona de Europa, plagada de estrellas pero que como sucediera en su debut el pasado sábado contra Dinamarca, pagó cara su falta de puntería en una competición donde cada gesto tiene un precio.

Tendrá que sacar lecciones la «blanquirroja» de un Mundial al que llegó tras una serie de 15 duelos sin derrota y donde sumó dos consecutivas. El equipo que había marcado 29 goles en 20 partidos en la fase de clasificación no ha logrado ninguno en los dos primeros duelos del Mundial.

Saltó la selección de Ricardo Gareca al campo de Ekaterimburgo, abarrotado de gargantas peruanas dispuestas a alentarle, sabiendo que el único resultado que les dejaba fuera de la competición era la derrota, porque el empate entre Dinamarca y Australia les dejaba con vida en caso de no perder. Gareca rehabilitó a Paolo Guerrero en la punta del ataque y dejó en el banco a Jefferson Farfán, en busca de una solución.