Australia empató a un gol ante una mediocre selección danesa, que hasta pudo saberle a poco, y se mantiene con vida en un Mundial que, cada día, demuestra que ya no es suficiente con el peso de la camiseta. Si ante Perú ya dieron pistas de que algo no iba bien, contra Australia los daneses confirmaron que, por el momento, no les respalda más que la magnífica racha de diecisiete encuentros sin derrota, que puede no ser suficiente para entrar en octavos. Porque no encuentra el equipo de Age Hareide continuidad a su juego y eso le crea problemas. Tuvo contra las cuerdas a Australia, con 20 minutos intensos en los que se adelantó y creó ocasiones, pero luego pareció dormitar, entregó el centro del campo a los «socceroos» y llegó al descanso con el marcador igualado. Su entrada en el partido le dio la ventaja a los 7 minutos, cuando Nicolai Jorgensen asistió con un precioso pase de espuela a Christian Eriksen para que la estrella danesa fusilase de media volea.

El propio Jorgensen, de cabeza, pudo ampliar la renta, pero fue Australia la que logró el empate, con un penalti señalado por Mateu Lahoz, una histórica primera pena máxima señalada por un español a instancias del VAR.