Rusia puede convertirse hoy en la primera selección virtualmente clasificada para octavos de final del Mundial, objetivo que pasar por batir a una selección egipcia reforzada por el debut de su máxima estrella Mohamed Salah y que quedará prácticamente eliminada si repite derrota.

La anfitriona cumplió un debut soñado ante la débil Arabia Saudí y se regaló una goleada (5-0) que reforzó las ilusiones de la afición local. La única mala noticia en el partido inaugural del torneo fue la lesión de Alan Dzagoev, que se perderá con seguridad los dos próximos partidos y podría tener alguna opción de volver en el hipotético duelo de octavos.

La baja del centrocampista del CSKA Moscú dejó una vacante perfectamente aprovechada por Denís Cheryshev. El jugador del Villarreal demostró su calidad con un doblete que presumiblemente le hará partir como titular en el duelo de este martes, compartiendo labores ofensivas con Samedov y Smolov.

Por su parte, Egipto completó un buen debut ante Uruguay y aguantó el empate durante casi todo el partido gracias sobre todo a su guardameta, Elshenawy, pero un cabezazo en el último suspiro de José María Giménez le condenó a la derrota y le dejó en una situación muy complicada en el primer Mundial que disputa desde hace 28 años. El técnico argentino Héctor Cúper prefirió reservar por prudencia a Salah.