Dinamarca tiró de sosiego y precisión para desmontar el entusiasta regreso a un Mundial de Perú, nada menos que 36 años, que pagó su nula eficacia para salir con una derrota de un duelo que puede resultar crucial para lograr el acceso a la segunda fase.

Perú superaba a Dinamarca en intensidad, velocidad y corazón. Pero también en precipitación. Pero no en el acierto. En esto tomó ventaja el equipo de Age Hareide, que en la primera que tuvo llevó el balón a la red. Fue en una acción veloz. Apareció el fino estilista Eriksen para enviar un buen balón a Poulsen, que no falló ante la salida de Gallese. Lo intentaron Carrillo y Farfán pero el 0-1 no se movió.