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Rodríguez: «La idea era jugar en el Rico Pérez, pero no usurpar al Hércules»

Afirma que para el Intercity es importante «ser clubes amigos» con el principal equipo de la ciudad

Eduardo Rodríguez, ayer, sobre el césped del campo de atletismo de Alicante con el Rico Pérez al fondo.

El ambicioso Intercity de Salvador Martí ha agitado el panorama futbolístico alicantino. Con la absorción del Novelda de Tercera y su cambio de sede a la capital de la provincia, el principal quebradero de cabeza del equipo que dirige deportivamente el exherculano Eduardo Rodríguez y al que entrena José Vicente Lledó es encontrar un estadio acorde a la intensidad de un proyecto que quiere estar en Segunda en dos años. El primer campo que sondeó el Intercity fue el Rico Pérez y así se lo hizo saber a Enrique Ortiz y Quique Hernández en la reunión del pasado jueves. Ayer el Hércules comunicó que no sería posible, ante un aluvión de protestas de su afición. «Si la gente no está de acuerdo, buscaremos otro sitio», revela Rodríguez.

¡Menudo revuelo ha generado el Intercity!

Es una nueva forma de ver el fútbol, queremos hacer algo diferente a lo que se hace hoy en día. La idea del Intercity es convertirse en sociedad anónima, tener inversores y salir a bolsa y después ir diluyendo poco a poco las acciones y que la afición vaya teniendo poco a poco pequeños porcentajes.

Para que sea interesante para un inversor deberá ser un producto apetecible.

Eso es, la salida en Bolsa significa que tienes que tener cosas que ofrecer. Un club en Tercera lo es y será mejor si tiene una masa social grande y un estadio bueno. Cuanto más azúcar, más dulce.

Ahí entra en escena jugar en el Rico Pérez, ¿pero dónde va a jugar el Intercity?

Es una buena pregunta. Queremos jugar bien al fútbol y traer a los mejores jugadores y para ello necesitaremos un buen campo y el mejor de Alicante es el Rico Pérez. Por todo, no sólo por el terreno, sino por dimensiones, comodidad... Y es el primero en el que nos hubiese gustado jugar.

Así se lo harían saber en la reunión que mantuvieron el jueves con Ortiz y Quique Hernández...

Nosotros queremos ir de la mano del Hércules sí o sí. Les explicamos la idea de que no somos enemigos en absoluto. Queríamos compartir gastos del Rico Pérez, sólo lo íbamos a usar cuatro horas al mes, o sea, dos partidos.

Pero pese a que el estadio no es del Hércules, no les van a dejar.

Si han comunicado eso, no vamos a forzar más ni con el IVF ni con el Ayuntamiento por el Rico Pérez. No queremos tener enemigos nada más empezar. Pensábamos que era buena idea compartir gastos; buscaremos otro estadio, no queremos pelearnos con nadie.

¿Entiende el rechazo del herculanismo?

Pero la idea era sólo jugar. Llegar, poner los trastos y dejarlos hasta en un rincón al siguiente partido. El Intercity pagaría la mitad de los gastos del Rico Pérez y eso lo puede usar el Hércules para fichar a un buen jugador.

Lo que quieren es un campo acorde a la inversión, ¿no?

Eso es, no casa que un equipo con un proyecto potente juegue en césped artificial. De todas formas no venimos a usurpar o suplir al Hércules ni a su afición, queremos ser un club amigo y les hemos lanzado esa idea de hacer algún tipo de convenio.

¿Para ser qué?

La palabra no la sé, es una propuesta, pero no para ser filial ni club dependiente, sino amigo o como lo queramos llamar. No queremos ir contra nadie, sino ir de la mano del Hércules, del IVF y del Ayuntamiento.

Sospechosos de ser herculanos no parece que sean.

Hombre, es que muchos de los que formamos el Intercity somos exfutbolistas y nuestro herculanismo está reconocido. Y Salvador Martí, el primero; al resto ya nos conoce la gente, que no vean peligro en nosotros porque no lo somos.

¿En qué campos piensan ahora tras el «no» del Hércules?

Tendremos que hablar con el Ayuntamiento para ver cómo está Villafranqueza y si no, el campo de atletismo, aunque no está muy bien. Y si nadie nos quiere en Alicante, nos iremos a Sant Joan, los políticos están encantados de que vayamos con un equipo en Tercera. Pero nuestra idea es ser un club que aglutine a toda la provincia y eso debe hacerse desde la capital.

Pese a todo, el proyecto va disparado, ¿qué meta se marcan?

El objetivo es subir a Segunda B a este año y el siguiente, a Segunda. Habrá posibilidades económicas para hacer muchas cosas, somos muy ambiciosos y cuanto mejor vaya el equipo, mejor para el club porque los inversores comprarán más acciones y nos harán crecer.

Para ello tendrán ya en mente una plantilla potente...

Lo será, vendrá gente «top» de Tercera y de Segunda B, estamos hablando con filiales importantes porque sólo podemos tener 16 fichas profesionales. Habrá una mezcla de veteranía y juventud, pero los sub'23 serán potentes.

¿Seguirá Lledó como técnico?

Sí, seguimos casi todos los que estuvimos en Sant Joan este año, que ahora será nuestro filial en Preferente. Lledó será el técnico, Marí preparará a los porteros y a mí me han nombrado vicepresidente deportivo para estar un poco de enlace entre plantilla y directiva.

¿Cómo va a captar aficionados un club que nace de cero?

Tendremos a la gente de Sant Joan e intentaremos traer a buenos jugadores, hacer buen fútbol y poner buenos precios. No hay otra fórmula, vamos a intentar jugar bien en 3ª, estoy en desacuerdo con la gente que dice que no se puede.

¿Hay riesgo de que el Intercity cambie de provincia en unos años y sea un nuevo Ciudad de Murcia?

No lo creo, queremos ser un club importante en la ciudad. Sería una locura que el club llegara a 2ª y se fuera a otra ciudad. ¿Dónde mejor que en la cuarta provincia de España? Aunque así funcionan las sociedades anónimas, pero sería una barbaridad que alguien sacara al club de Alicante, una locura.

En la calle se piensa que el Intercity quiere suplantar al Hércules en unos años.

No queremos suplir nada. Queremos que la gente nos acoja con cariño y con gusto; y si no, caminaremos solos. Queremos subir nosotros y que también lo haga el Hércules. El futuro no sabemos qué nos puede deparar, el Hércules tiene una serie de dificultades que todo el mundo sabe, pero en principio no contemplamos nada. Más adelante no sabemos qué es lo que puede pasar.

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