El Barcelona tratará de estrenar su condición de campeón de LaLiga Santander 2017-18 con un triunfo en el clásico de esta noche en el Camp Nou (20.45 horas/Movistar Partidazo) ante un Real Madrid más centrado en la final de la Liga de Campeones, donde aspira a levantar su decimotercera Copa de Europa ante el Liverpool.

Los de Valverde, que el pasado lunes celebraron su doblete de Liga y Copa del Rey por las calles de Barcelona, esperan redondear una temporada casi perfecta, en la que permanecen invictos en la competición doméstica, sólo empañada por su temprana eliminación en cuartos de final de la Champions en una infausta noche en el Olímpico de Roma. Su espina, en cambio, se clava en una competición que centra la esperanza blanca; los de Zidane sellaron el martes el pase a su tercera final consecutiva tras sufrir ante el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu (2-2), y ahora esperan volver a alzar la preciada «orejona» el próximo 26 de mayo.

Un homenaje inexistente

Así, el duelo del Camp Nou se presenta descafeinado, desprovisto además del morbo de un pasillo de campeón que los de madridistas no realizarán. Como adelantó el técnico francés, sus jugadores no honrarán a los nuevos reyes de Liga después de haber «roto» la tradición en el anterior Clásico, cuando lograron el título del Mundial de Clubes. En aquella ocasión, Valverde justificó que no se realizaba porque el conjunto azulgrana no había participado en esa competición.

Adiós de una leyenda

Será además un duelo especial para Andrés Iniesta, que vivirá su último clásico después de 22 años vestido de azulgrana. Ha disputado ya 37, con un balance de 16 triunfos, tres empates y 12 derrotas, en los que ha anotado tres tantos, aunque ninguno de ellos en el Camp Nou. El manchego, que ya anotó en la final de Copa, espera despedirse de la mejor manera de unos de los mayores duelos del fútbol mundial.

El Madrid recupera a Nacho e Isco y el Barça, a Sergi Roberto.