n Después de las emociones fuertes tras la consecución de la Copa del Rey y el anuncio de la despedida de Andrés Iniesta, el Barcelona puede vivir este domingo una noche mágica y celebrar su vigésimo quinto título de Liga, y sentenciar al Deportivo a Segunda. El estadio Abanca-Riazor acogerá un choque de extremos, en el que si el Barça puntúa será campeón matemáticamente y en el que los gallegos necesitan ganar para evitar el descenso. Todo lo que no sea ganar (y su rival no ha perdido esta temporada en Liga) le mandará a Segunda División.

Los coruñeses homenajearán al Barça con el tradicional pasillo por la Copa del Rey que consiguió la semana pasada ante el Sevilla (5-0) y después intentarán evitar que el equipo de Ernesto Valverde sume el único punto que le falta para entonar el «alirón».

Sus opciones se han reducido a la mínima expresión después de que el Levante volviera a ganar este viernes y les dejara prácticamente con los dos pies en la categoría de plata tras cuatro temporadas consecutivas en la élite.

El equipo de Seedorf acumula cuatro jornadas sin perder y está en su mejor momento después de dos victorias y dos empates, pero su única opción de sobrevivir en Primera pasa por firmar pleno de victorias hasta el final de la temporada, lo que implicaría además concluir el curso con una racha de ocho partidos sin perder.

El de esta noche, en el que si el Barça asegura el título conseguirá su octavo doblete de la historia, será el partido que abrirá la despedida de Andrés Iniesta, que ayer anunció su adiós del Barça al término de la presente curso.

Lucha por el subcampeonato

El Atlético de Madrid, por su parte, visita Mendizorroza con la mente puesta en el partido de vuelta de las semifinales de la Europa League ante el Arsenal, aunque sin despreciar la lucha por el subcampeonato que libra con el Real Madrid.