Cristiano Ronaldo (Funchal -Madeira-, 05/02/1985) ha completado por segundo año consecutivo el doblete The Best-Balón de Oro que le ratifica como el mejor jugador del mundo de un curso en el que, pese a su sequía en este inicio de LaLiga Santander 2017/18, ha mostrado su infinita voracidad junto a su Real Madrid y su estrecha vinculación con el gol y el éxito.

El delantero luso iguala con cinco galardones a su gran rival, el argentino Leo Messi, en un duelo histórico que engrandece a las dos figuras que marcan una época para la eternidad. 'CR7' suma este premio por quinta vez tras los obtenidas en 2008, 2013, 2014 y 2016.

Desde la separación del premio entre la FIFA y la publicación francesa 'France Football', Cristiano Ronaldo ha sido reconocido como el mejor en 2016 y 2017 por ambos.

En esta ocasión lo ha hecho después de completar una temporada 2016/17 espectacular con el Real Madrid, con el que ha vencido la Liga de Campeones, LaLiga, la Supercopa de Europa y de España y el Mundial de Clubes, torneo que de nuevo se apresta a afrontar la semana que viene.

El futbolista de Funchal se convirtió también en agosto en el jugador con más coronas europeas, superando al argentino Leo Messi con su tercer nombramiento como mejor jugador continental.

Ahora, le llega este nuevo reconocimiento junto a la mítica Torre Eiffel parisina justo después de haber establecido otro registro histórico en la Liga de Campeones, competición de la que es su máximo artillero histórico, y en la que también se convierte en el primero que logra marcar en los seis encuentros de una fase de grupos.

Cristiano, que en LaLiga Santander tan solo ha sumado dos dianas tras catorce jornadas disputadas, ha cerrado esta fase de competición europea con nueve dianas, a dos del récord (11) que él mismo ostenta.

En el 2017, el delantero portugués fue decisivo en los momentos de la verdad para que su equipo se convirtiera en el principal dominador del fútbol español, europeo y mundial. Y lo hizo modificando su posición al alejarse de la banda izquierda y pasando a jugar como segundo delantero para exhibir su potencia en el remate.

Así firmó el mejor de los finales de campaña de su carrera: 16 tantos en los diez últimos partidos. Una temporada en la que marcó 42 goles y repartió nueve asistencias. Siempre dejando huella en los partidos decisivos, como demostró en la recta final de la Liga de Campeones cuando pasó de un registro goleador pobre a asombrar con su poder.

Cinco goles al Bayern Múnich en cuartos de final, con los que se convertía en el primero en superar el centenar de dianas en la Liga de Campeones, tres al Atlético de Madrid en semifinales y dos en la gran final de Cardiff al Juventus. El primero que marca en tres finales. Quinta temporada consecutiva como máximo artillero de la competición más prestigiosa. Y un hambre de éxito infinito.

Hambre de éxito

A sus 32 años, Cristiano no rebaja un ápice su hambre de éxito. Con estos cinco Balones de Oro ha igualado al astro argentino Messi, mientras ya le supera en premios UEFA. Suma cuatro Liga de Campeones, tres con el Real Madrid, y cuatro Botas de Oro (2008, 2011, 2014 y 2015) y es protagonista de un idilio con el gol sin fin salvo en este inicio de campaña liguera. Ejemplo de profesionalidad, fuerza y talento.

Instalado con 11 años en una pensión de Lisboa, alejado de su familia, Ronaldo mostró ya desde entonces su total determinación a perseguir su sueño, el de convertirse en el mejor jugador del mundo. En 2002, el Sporting de Portugal le hizo su primer contrato profesional, pero para entonces el club luso se había quedado pequeño para albergar sus objetivos y al año siguiente firmó por el Manchester United, que pagó 15 millones de euros por sus servicios.

De la mano de Alex Ferguson, su talento encontró el molde adecuado para ir creciendo. En 2004, con solo 19 años, se convirtió en una de las sensaciones de la Eurocopa de su país. Campeón de Inglaterra en 2007, 2008 y 2009, Ronaldo fue ganando peso.

En 2007 fue segundo en la clasificación del Balón de Oro tras el brasileño Kaka, recompensa que logró, por vez primera, en 2008, ya por delante de Messi, tras haber contribuido a ganar con el United la Premier y la Champions, y de Fernando Torres.

Al año siguiente Florentino Pérez desembolsó 96 millones de euros para convertirlo por entonces en el fichaje más caro de la historia y en el vértice sobre el que construir su nuevo Real Madrid. La ambición del portugués encontró asiento en el club más laureado de todos los tiempos, una asociación que parecía representar, mejor que nada, sus sueños. Y estos se han ido cumpliendo de forma puntual.

"Cristiano Ronaldo es también uno de nuestros grandes símbolos, sucesor del gran Alfredo Di Stéfano", aseguró el pasado domingo Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, sobre el máximo goleador de la historia del club blanco, cuyos registros han dado forma a una leyenda de época cuyo nombre se eleva al nivel de los más grandes de la historia.