El defensa de la selección española Gerard Piqué salió ayer a defenderse tras las recientes críticas e insultos por lo acontecido en Cataluña y aprovechó para confirmar su presencia en el próximo Mundial e incluso puede que más adelante, ya que abandonar antes la Roja sería «darle la razón a toda esa gente cuya mejor solución es silbar e insultar».

«Me he planteado seguir tras el Mundial. Yo quiero irme y cerrar mi etapa de la mejor manera posible, ya que son casi diez años, un tercio de mi vida, y no me quiero ir de aquí por la puerta de atrás y sentir que han acabado las cosas mal», señaló Piqué en una rueda de prensa celebra en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

El defensa de la Roja reconoció haberse planteado renunciar a la selección porque debía «valorar todas las opciones», aunque pronto rectificó ya que «irse ahora sería darle la razón a toda esa gente cuya mejor solución es silbar e insultar». En lo referente a estos aficionados, el jugador aseguró que no les dará «ese lujo» de marcharse y se alegró de ver cómo «hay mucha más gente que está a favor» de su permanencia en el equipo nacional.

Durante toda la rueda de prensa, el futbolista catalán no dejó de remarcar la buena relación con sus compañeros de la selección, a la que considera «una familia», y añadió que esa es «una de las razones» que le llevaron a reafirmar su continuidad. En este sentido, defendió su buena relación con su compañero en el centro de la defensa. «Lo de Sergio Ramos es todo una mentira. Sergio Ramos y yo nos llevamos fenomenal, lo he repetido veinte mil veces. Es más, vamos a ser socios ahora de un negocio que le planteé. Ya está bien de tópicos porque la relación con Sergio es fenomenal, me gustaría que un día lo vierais», dijo a los periodistas en la Ciudad del Fútbol.

Repasando lo ocurrido el pasado lunes, no ocultó su decepción tras el primer entrenamiento, en el que fue pitado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. «Fue difícil porque obviamente no te gusta que la gente que apoya a tu equipo esté en contra tuya. No es del agrado de nadie pero estoy para darle la vuelta, puedo hacerlo y mediante diálogo podrán entender cómo me puedo sentir y cómo me expreso, y a partir de ahí, mediante el respeto y la coherencia, creo que puede llegar a buen puerto», aseguró el jugador culé.

«Orgullo» de estar con España

Otro de los hechos que más le ha dolido al defensa central ha sido que se ponga «en duda» su compromiso con la selección, ya que siempre ha sido «el máximo» y quiso hacer ver que estar con la Roja es «un orgullo».

Pese a ser un tema recurrente en los últimos días, Piqué alegó que el conflicto en Cataluña «es mucho más grande» y agregó que «no importa» lo que defienda él. A raíz de eso, el central azulgrana decidió celebrar esta rueda de prensa para intentar zanjar el tema y ayudar a sus compañeros, de quienes «puede entender que estén cansados» del «tema Piqué».

Pese a la polémica, si algo tiene claro el defensa es que seguirá dando su postura y busca que los demás «sean comprensivos» por querer tener esta iniciativa. Así, dijo respetar la decisión de algunos compañeros como Thiago Alcántara, quien en la rueda de prensa anterior no quiso entrar en polémica, pero no ve el problema de «expresarse» y de por qué un futbolista no puede dar su opinión.

Sobre si es partidario de una posible independencia de Cataluña, Piqué subrayó que esa es «la pregunta del millón» y se negó a contestarla. «No puedo decantarme por un lado o por otro porque los futbolistas somos imagen global. Mis hijos son colombianos, libaneses, españoles y catalanes. Somos personas globales», reflexionó.

Piqué recalcó que no es su «caso», opinó que «no es incongruente que un independentista pueda jugar en la selección porque no hay selección catalana ni el catalán está en contra de España». «Simplemente algunos quieren tener un estado independiente. Tendemos a llevarlo todo al sentimentalismo y al fanatismo cuando al final somos un grupo de personas que solo busca ganar», señaló.

Preguntado por si escuchó el discurso del Rey Felipe VI en la noche del martes, Piqué dijo que no porque en ese momento estaba jugando a las cartas una partida de pocha.

En medio de una larga rueda de prensa con unas 25 preguntas, auspiciada por un Piqué que dijo que pensaba responder «a todo y a todos», también se coló una pregunta sobre Albania, rival mañana (20.45, La 1) en el partido que podría certificar la clasificación de España para el Mundial. El defensa advirtió de que se trata de un rival «muy complicado» que ya puso en apuros a la selección, sobre todo al contragolpe.