La reunión que ha mantenido Julio Giménez, organizador de la Marcha Vías del Tren que une a Potríes y a Elche, suspendida el pasado sábado, no ha convencido a los más de 60 inscritos que en la tarde del sábado han acudido a su cita al pabellón Esperanza Lag para que les diera explicaciones de los motivos que le llevaron a no poner en marcha dicha carrera. En esta prestigiosa prueba estaban apuntadas 400 personas que se han quedado sin su dinero, el pago mínimo era de 40 euros, y han presentado una denuncia en la Policía Nacional de forma grupal en la que se reclama la devolución de las incripciones, indicando que se abona a Cronomur, y el organizador retira el importe de la prueba antes de la cancelación. A juicio de la mayoría de los asistentes, el organizador "no ha aportado ningún justificante o gasto de la prueba" y cuando se le ha reclamado la devolución del dinero "ha indicado que la forma y la fecha la fijará él". De esta manera, el grupo de los afectados va a seguir la vía judicial al sentirse "engañados" porque entiende que no se les están dando soluciones concretas al problema y, además, se tiene el convencimiento de que no se hizo nada para que la marcha se llevara a cabo.

Julio Giménez ha confesado a los presentes en el acto que "se devolverá el dinero y lo único que tengo que buscar es una solución al problema". Ha explicado que es "un tema de dinero, de buscar una financiación y de confianza. Devolveré el dinero como yo considere que debo hacerlo". Ha calificado de "exaltados" a los corredores inscritos que fueron a la Policía a denunciarlo. "Entendería que me denunciasen, pero después de que yo pudiera dar la explicación. Aquí estoy para ello, aunque haya sido una semana más tarde. Voy a ir hasta el final contra las personas que me han lanzado estas injurias. En vez de buscar soluciones han tratado de perjudicarme y todo ha sido orquestado". Julio Giménez insiste en que muy a su pesar los permisos no llegaron a tiempo y "yo no estaba dispuesto a ponerla en marcha como sucedió en la pasada edición en la que 700 personas salieron sin él. Luego pasa un accidente y a mí me entierran. Además, la previsión meteorológica era extraña porque la carrera transcurría por zonas inundables. Cada día que pasaba la bola se hacía más grande y al final tuve que optar por suspenderla".