Zinedine Zidane no da por cerrada la plantilla del Real Madrid y aseguró ayer entre risas que «hasta el 31 puede pasar cualquier cosa», aún con la puerta abierta al francés Kylian Mbappé, para completar un equipo en el que dijo que siempre rotara porque «no hay equipo a y b».

Esta temporada seguirá con la política de rotaciones Zidane, que desea hacer sentir importantes a todos sus jugadores. «Estamos todos en el mismo barco. Aquí no hay equipo a y b, hay jugadores importantes, todos queremos lo mismo y siempre va a haber cambios en el equipo».

«No sé si tengo la mejor plantilla del mundo, pero seguramente tengo una plantilla fantástica. Mejorar podemos mejorar porque tengo jugadores que son jóvenes todavía y que van a aprender. El objetivo es intentar mejorar porque sabemos que va a ser más difícil este año», añadió.

Sin querer poner a ningún jugador el cartel de indiscutible, como sí hizo el pasado curso con la BBC, el técnico madridista defendió el buen estado del galés Bale, confiado en que realizará una buena campaña.

«Bale está bien, está entrenando con regularidad y es lo más importante para él. El año pasado tuvo pequeñas cosas hasta cuatro meses de lesión, ahora está bien tras una preparación muy buena en América. Esas tres semanas han sido beneficiosas para él, está bien físicamente y sin molestias. Espero que sea un año importante para él», deseó.

No fomenta Zidane ningún debate en la comparación de Bale con Marco Asensio, del que celebró su crecimiento. «Veo claro lo que cada uno puede aportar al equipo y Marco es uno de ellos. Lo está haciendo fenomenal cada vez que juega. Estamos todos preparados porque esto va a ser muy largo».

El técnico francés marcó como gran objetivo revalidar el título liguero. «De largo creo que ganar la liga fue lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Sabemos que es un título muy complicado y ganarlo en la última jornada después de 38 partidos es excepcional».

CR7, segundo partido de sanción

El Madrid, vigente campeón de Liga, arranca esta noche (22.15) en estado de euforia tras la conquista de las dos Supercopas, su camino al objetivo marcado por Zidane, reeditar el título liguero, en Riazor ante un Deportivo de la Coruña aún incompleto y con bajas importantes.

Los coruñeses han recuperado a su delantero de referencia, Andone, pero no pueden contar con tres jugadores de la línea de ataque: Emre Çolak, sancionado; Carles Gil, lesionado; y el uruguayo Fede Valverde, que se pierde el partido por la «cláusula del miedo» que incluyó el Madrid en su cesión al Dépor.

Por su parte, Zidane no puede contar con el sancionado Cristiano Ronaldo, ni con el centrocampista Mateo Kovacic por lesión.