Las carreras puntuables para el Campeonato de España de Cullera, Castellón e Ibi son tres de los escenarios más destacados de las muchas pruebas en circuitos urbanos en los que participó Ángel Nieto en la Comunitat Valenciana a lo largo de su larga y dilatada carrera deportiva, además de otras ciudades y pueblos con larga tradición, como Xátiva o Elda. Aunque, independientemente de Cullera, sus participaciones más destacadas fueron en Alicante, en el Trofeo Internacional de Vistahermosa, que se celebró entre 1965 y 1970 y que llegó a estar considerada por la prensa europea como la mejor carrera del mundo. Allí Ángel Nieto posee el record de victorias, superando a los más grandes de aquella época como Giacomo Agostini, Phil Read, Luigi Taveri, Bill Ivy o Barry Sheene.

En la década de los 70, el buen hacer del motoclub local convirtió su Trofeo Bahía de los Naranjos de Cullera en una de las citas más importantes del calendario motociclista nacional. Allí acudían habitualmente más de 20.000 espectadores, que se dice pronto. Los triunfos del valenciano Ricardo Tormo y su eclosión como piloto motivó que esta carrera fuese como un Madrid-Barça, con la afición dividida entre tormistas y nietistas. Un detalle que nos muestra esta magnitud es que un año que llovió -más que llover, diluvió- se congregaron 10.000 espectadores y la revista especializada Motociclismo publicó en sus páginas: «Hay más gente en Cullera, lloviendo, que en una carrera puntuable (de carácter internacional) disputada con tiempo primaveral y bajo un sol esplendido en el Circuito del Jarama».

Otro gran aliciente de aquellas carreras urbanas era la participación muy habitual del equipo Derbi, con Nieto y Benjamín Grau, que se enfrentaban al castellonense Escuder y a Pedro Cegarra con sus motos de cross (Bultaco Purssang) preparadas para asfalto. Aquello era todo un espectáculo que encandilaba a la afición que acudía en masa a las carreras que se celebrababan prácticamente todos los fines de semana. Cegarra y Escuder les ponían, tanto a Nieto como a Grau, las cosas realmente difíciles y les derrotaron en más de una ocasión.

Benidorm es otra cita especialmente importante no solo para el motociclismo deportivo, sino en la trayectoria del 13 veces campeón del mundo. Allí, en 1977, sufrió una caída que le originó graves lesiones. Su moto impactó contra los espectadores, 5 de los cuales sufrieron heridas graves, hasta el extremo de que a uno se le tuvo que amputar una pierna. Este accidente provocó que, durante muchos años, se suprimiesen las carreras en circuitos urbanos en toda España, pese a que en aquella época nada más existían los circuitos permanentes del Jarama y Calafat, que estaban más tiempo cerrados que abiertos.

No podemos olvidar las carreras de Ibi y Castellón, donde las motos empezaron a correr en la década de los 50; durante muchos años fueron puntuables para el Campeonato de España, donde lógicamente acudían todos los ases del motociclismo nacional.