Garbiñe Muguruza, la única española en ganar Roland Garros y Wimbledon, durmió solo dos horas tras lograr este sábado coronarse en el All England Club, después de una jornada intensa, llena de emociones y también de alegrías. El móvil de Garbiñe no cesó de sonar. Recibió muchas llamadas, entre otras la del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y del lehendakari, Iñigo Urkullu. Luego, una cena en un restaurante español con quince personas, entre su grupo de trabajo y familiares.

¿Cómo se siente, sobre todo sabiendo que es el presente y futuro del tenis español?

¡Uy!. Me siento bien, soy el presente y de momento me gusta. Me gusta que la gente tenga expectativas sobre mí, eso ya se sabe. Me gusta lidiar con los comentarios difíciles también.

Ninguna española había ganado Roland Garros y Wimbledon. ¿Cómo valora eso?

Es curioso porque son los dos más opuestos y me alegra porque me demuestra que puedo jugar muy bien en cualquier superficie, me lo recalca más quizás. Cada una tiene uno de ellos y ahora llego yo, y lo que no han hecho ellas, lo hago yo.

¿A cuál le da más importancia?

Son diferentes. Roland Garros fue el primero y para nosotros es como más... este fue diferente. Este es no sé si es más elegante o prestigioso de alguna forma porque todo el mundo habla de Wimbledon, pero me hizo más ilusión Roland Garros.

¿Cuál de todas las felicitaciones que ha recibido le ha llenado más?

¿La que más me ha llenado? ¡Ummm! He recibido mogollón de felicitaciones. La de Conchi me hizo mucha ilusión quizás, la de Sam (Sumyk) mi entrenador, desde la distancia. La de mi familia, Básicamente la de la gente cercana porque son los que realmente están 'picando piedra'.

¿Cómo lleva ahora ser el objetivo de todas sus rivales y que todas quieran ganarle tras obtener un Grand Slam?

Eso es un clásico. Es normal vienes de un momentazo de ¡guauu he ganado un Grand Slam! y llegas a un torneo de cero, otra superficie y de todo, y cuesta un poco el contraste.