Unas horas después de conseguir la medalla de oro en el Mundial de BTT en Andorra, en la categoría M-30, Manuel Sánchez Aldeguer, todavía no termina de creérselo. Tiene que pellizcarse de vez en cuando para comprobar que está despierto. Con el título de campeón de España logrado en Galicia, el «biker» ilicitano «soñaba con estar entre los cinco primeros», aunque nunca había pensado que la medalla de oro iba a ser para él. «Un Mundial es muy complicado y ganar resulta difícil. Además, no conoces a los rivales, ni tampoco su estado de forma», afirmaba ayer mientras viajaba en coche hacia Madrid.

El circuito era muy completo, con zonas técnicas y otras de fuerza, y las lluvias caídas en las últimas horas lo hicieron todavía más exigente. «La carrera fue muy dura con lluvia y barro. Además, el portugués André Filipe estaba junto a mí ya en la segunda vuelta y me di cuenta que nos íbamos a jugar el oro en la última, como así sucedió. Fui de menos a más y me salió bien, aunque llegué exhausto a la línea de meta donde me esperaban amigos y familiares. Fue algo impresionante, que nunca olvidaré».

Sánchez Aldeguer reconoce que «en las subidas noté que él iba un punto por encima de mí, pero en el mundo del ciclismo a veces no gana el mejor, el más fuerte, sino el más listo y el que más guarda para el final».

El ciclista ilicitano supo esperar al último kilómetro para dar el latigazo y sorprender al portugués aprovechando un pequeño descenso. Con esa distancia supo aguantar para llegar a la meta como primer clasificado.

Nada más atravesar la pancarta final dejó su bici, y se tiró al suelo para recuperar y comenzar a saborear un triunfo que se había hecho realidad. Pronto llegaron a su lado, su padre y su mujer, Manuel y Claudia, además de su jefe, su señora e hija, Joaquín Illán, María José Berenguer y Estela. «Estaba lleno de barro y feliz con lo que había conseguido. Los últimos metros se hicieron muy largos. Fue algo increíble», recuerda.

Sin muchas oportunides

Manuel Sánchez Aldeguer, Manolín para los amigos, lleva en el ciclismo «desde muy pequeño», aunque en la modalidad de mountain bike «desde hace cinco años». Su mundo son las bicicletas, no en vano trabaja en la tienda Mundobike de Elche como mecánico. clasificado

Los «razesos», así llamaban en Elche a su padre y a sus tíos, porque montaban una bicicleta de la marca Razesa fabricada en Alsasua, ya tienen su familiar en lo más alto del podio y dejando claro que sólo la falta de oportunidades no le han permitido brillar más en este difícil deporte del pedal.

No cabe duda que este título mundial puede abrirle las puertas a la categoría élite, pero para ello necesita apoyo económico. De momento, el ciclismo es para él un entretenimiento muy sacrificado. Aprovecha las horas de comer para entrenar, lo que demuestra que lo suyo es vocacional. En su calendario más próximo, el Regional y el campeonato de España.

Manuel Sánchez tiene previsto llegar el martes a Elche y enseñar su maillot «arcoiris» y la medalla de oro a todos sus allegados. Es consciente de que ha hecho feliz a la gente que más le quiere.