El mundo de la petanca, un deporte con numerosos practicantes en la provincia de Alicante, ha recibido un mazazo que todavía cuesta digerir. Verónica Martínez Rivas, una de las mejores jugadoras españolas, ha fallecido de forma repentina a la edad de 37 años como consecuencia de un derrame cerebral.

La deportista de Aspe, que a su vez era la esposa del presidente de la Federación Territorial Valenciana, Juan Francisco Quintanilla, ha dejado huérfanos a tres hijos, de dos, cuatro y nueve años; y a multitud de amigos y jugadores y jugadoras de petanca que la tenían como una referencia, no sólo por su calidad con las bolas, sino por la amabilidad que siempre ha desprendido.

Verónica Martínez cuenta con uno de los mejores currículum de las petanquistas españolas. Se inició en este deporte en las pistas de su localidad natal, en el Hondo de las Fuentes, allá por 1995 siendo una jovenzuela de 15 años. Pronto demostró su calidad y se fue abriendo camino entre las más importantes especialistas.

De la mano de su mentor Ginés Escalant Mendonça «Gigi» comenzó a ganar torneos a nivel provincial, regional y nacional, logrando varios campeonatos de España con su Club Petanca Aspe y con la selección autonómica.

Su primer éxito internacional llegó en los Juegos del Mediterráneo de 2005 en Almería, donde consiguió la medalla de plata con la selección española. A partir de ese momento, además de seguir sumando títulos nacionales, tanto de tripletas, dupletas, tiro de precisión, de clubes y de selecciones territoriales; se convirtió en una asidua en las convocatorias de la Federación Española para las competiciones internacionales.

Verónica Martínez alcanzó su gran logro en el año 2011, cuando, en Turquía, se colgó la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo, junto a Charo Inés, otra alicantina que es considerada como la mejor jugadora de petanca de la historia de España.

Pero los éxitos de la petanquista de Aspe no terminaron ahí. Un año después, en Bélgica, consiguió la medalla de plata en el Campeonato de Europa.

La jugadora aspense colecciona innumerables camisetas de campeona de España y la petanca, un deporte que para nada es profesional y que tenía que compaginar con su trabajo y la crianza de sus hijos, era su pasión.

Verónica Martínez recibió la distinción de máxima categoría de deportista de élite de la Comunidad Valenciana y en el año 2005, tras la medalla de plata en los Juegos del Mediterráneo de Almería, fue designada mejor deportista de Aspe, en la Gala del Deporte que anualmente celebra el Ayuntamiento.

La deportista de Aspe estuvo jugando, incluso, hasta el día antes de su fallecimiento. El pasado sábado acudió, como era habitual, a las pistas del Hondo de las Fuentes. Al final de la tarde se despidió de sus compañeras y amigos, quedando para el día siguiente, el domingo, para acudir a Novelda, donde se disputaba la última jornada de la fase de clasificación para el Campeonato Autonómico.

A las siete y media de la mañana, «Gigi» recibe una llamada telefónica de Verónica indicándole que se encontraba indispuesta y que no podía ir a jugar. Y al mediodía se produjo el fatal desenlace, que dejó atónitos al mundo de la petanca y a sus compañeras, que, por cierto, a pesar de la ausencia de una de sus mejores jugadoras, consiguieron la clasificación para el Autonómico, pero eso quedó en un segundo plano. La fatal noticia ha caído como un auténtico mazazo en la petanca provincial y nacional y durante todo el día de ayer por el tanatorio de Aspe desfilaron y lloraron la enorme perdida. El sepelio tendrá lugar esta mañana, a las 11.30 horas.