El inglés Lewis Hamilton y su escudería, Mercedes, buscarán a partir de este fin de semana, cuando arranque el Gran Premio de Australia, su cuarto título mundial de Fórmula Uno, categoría que ha cambiado de reglas, de dueños y que busca un nuevo campeón tras la retirada del alemán Nico Rosberg.

En el tercer año de dominio tiránico de la escudería de Brackley, y después de que los dos primeros se resolvieran con triunfos de Hamilton, asimismo campeón en 2008 -con McLaren-, fue Rosberg quien se alzó con la victoria final. Cinco días antes de anunciar, de manera sorprendente, su retirada. Nico -que emuló a su padre, Keke, ganador en 1982- se llevó el Mundial 2016 con cinco puntos sobre Hamilton y su sustituto en Mercedes será el finlandés Valtteri Bottas, que abandonó Williams. Forzando el inesperado regreso del brasileño Felipe Massa, que sí había anunciado en tiempo y forma su retirada de la F1, algo más de un mes antes de anunciarse su retorno al equipo que fundó Sir Frank.

Con el cambio de reglamento habrá que ver si Mercedes sigue siendo el equipo dominante, en una temporada en la que los monoplazas, más amplios y pesados (el mínimo asciende de 702 a 722 kilos), con alerones y neumáticos más anchos, para aumentar la carga aerodinámica, rodarán entre cuatro y cinco segundos más rápidos por vuelta que el año pasado.

Algo que también requerirá mayor exigencia física a los veinte pilotos de las diez escuderías que integran una parrilla que se pondrá en marcha este fin de semana en Melburne. Sede del Gran Premio de Australia, el primero de los veinte que integran el calendario 2017, que se cerrará el 26 de noviembre en Abu Dabi e incluye las pruebas de España (en Montmeló, Barcelona, el 14 de mayo) y México (el 29 de octubre, en Ciudad de México).

La Fórmula Uno cambió de dueños, las riendas las asume ahora Liberty Media y será el estadounidense Chase Carey el que ocupe a partir de ahora el puesto de Bernie, el genio que elevó a términos superlativos un deporte-espectáculo que, ante todo, es un gigantesco negocio.

Mercedes volvió a dominar los ensayos de pretemporada, ocho jornadas en el circuito de Montmeló, en las que Ferrari pareció acercárseles. Objetivamente, fue el equipo de Maranello el que más veces encabezó la tabla de tiempos: cuatro, tres de ellas gracias al finés Kimi Raikkonen, último campeón mundial de la escudería (2007); y la otra merced al alemán Sebastian Vettel, cuádruple vencedor del certamen, liderando el periplo glorioso (2010-13) de Red Bull. Escudería que integran el australiano Daniel Ricciardo y el joven holandés Max Verstappen -los únicos que rompieron la hegemonía de las «flechas plateadas» el año pasado (en Malasia y España)- y a la que habrá que tener muy en cuenta, según indicó Rosberg en Mónaco, con motivo de los Premios Laureus.