E l Comité técnico de Árbitros ha decidido dar traslado al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol las declaraciones efectuadas por director deportivo del Real Madrid, Pedja Mijatovic, al término del encuentro jugado el pasado domingo entre el Racing de Santander y el equipo madridista. El Comité arbitral informa de que esta actuación es similar a la efectuada tras las declaraciones del entrenador del Valencia, Enrique Sánchez Flores, tras el encuentro Athletic Club de Bilbao-Valencia.

Mijatovic dijo al final del partido ante el Rácing de Santander: «Han pasado cosas realmente raras y errores que no se pueden perdonar (...);».

Curiosamente, el Real Madrid considera «intolerables» los insultos y amenazas a los árbitros en un comunicado oficial difundido en su página web. «Una de las características tradicionales del comportamiento social del Real Madrid y de sus dirigentes», dice la nota, «ha sido el respeto a la profesión arbitral y a sus decisiones, actitud que la actual Junta Directiva, con su presidente a la cabeza, se ha esforzado por mantener e incluso acentuar, evitando cualquier declaración que pudiera contradecir esa postura». «Los últimos acontecimientos deportivos que ha vivido nuestro equipo», añade, «han afectado intensamente, como no podía ser menos, al madridismo, pero entendemos que es precisamente en estos momentos, cuando más necesario es mantener los principios y los criterios que han orientado históricamente la trayectoria de nuestro club».

El Real Madrid entiende que «estar contentos con los árbitros y hablar bien de ellos cuando las cosas salen a la medida de nuestros deseos, no tiene mérito alguno y es prácticamente obligado; mantener el respeto hacia los árbitros y acatar sus decisiones, aunque se discrepe con ellas, es lo que distingue a un club, como el nuestro, que pretende dar testimonio permanente de elegancia, de señorío y de defensa de las virtudes deportivas, por encima de cualquier otra consideración (...);».

El árbitro Javier Turienzo Álvarez presentó una denuncia ante el Juzgado de Guardia de León, donde reside, por las amenazas telefónicas que ha recibido en su domicilio. Turienzo Álvarez ha decidido emprender esta medida después de haber recibido llamadas telefónicas amenazadoras tras el partido del sábado. «Tengo un sentimiento un tanto extraño. Tan sólo estamos hablando de fútbol... Me siento un tanto desprotegido y amenazado. Lo digo porque en mi casa se han recibido más de 50 llamadas telefónicas amenazándome, a mí y a mi familia, de muerte. Me gusta ser árbitro, y lo hago con honradez y dignidad, pero yo tengo una familia, y es duro», declaró.