El capitán de la selección brasileña en el Mundial de 1970, Carlos Alberto Torres, fue enterrado ayer en Río de Janeiro en medio de una fiesta de homenaje celebrada por cientos de admiradores en el cementerio de Irajá. El féretro de Carlos Alberto, que falleció el lunes de un infarto a los 72 años, fue trasladado y fue recibido con aplausos.