La travesía por el desierto, traducida en tres cursos consecutivos viendo pasar de largo el «play-off», ha desembocado en un rosario de resultados positivos que han conducido al Alcoyano a lo más alto de la clasificación amparado en una plantilla comprometida y un técnico, Toni Seligrat, capaz de manejarse con soltura y profesionalidad entre las arenas movedizas del grupo III de Segunda B. Asumido el reto, ahora toca mantenerse jornada tras jornada en la zona de privilegio.

¿Cómo valora el momento actual?

Es una cuestión anecdótica puesto que esto acaba de empezar. Estoy muy contento por la euforia de la afición que está muy enchufada como estamos viendo cada partido en El Collao. Todos estamos ilusionados porque vemos que se puede hacer algo con los mimbres que tenemos, tanto en la plantilla como en lo que respecta al entrenador.

Pese a la excelente marcha del equipo no hay manera de superar los 1.500 abonos...

Así es, seguimos con los números de la temporada pasada contando niños. Es un poco la asignatura pendiente de estos últimos años, la decadencia de aficionados que deciden sacarse el carné. En nuestro caso no queda más que continuar trabajando y esperar que, si todo acontece conforme a lo previsto, la gente opte por respaldarnos.

Lo cierto es que, con más o menos público, El Collao impone...

Es un caso atípico. La gente cuando viene a Alcoy mira el histórico de partidos sin poder sacar algo y eso nos va bien junto al apoyo de la gente. Cuando el rival ve todo eso y sale al campo le cuesta bastante.

Los resultados están llegando, curiosamente, la temporada que más se ha tardado en fraguar la plantilla...

Cuando se perfiló el proyecto y empezamos a fichar jugadores la convicción con que firmaban los contratos se ha visto reflejado en estas últimas semanas. Existe un compromiso enorme con la entidad. Todos los jugadores son currantes no tenemos ninguna figura como otros años. Tenemos un entrenador currante y los futbolistas han cogido el hilo de Seligrat. Tenemos un bloque con capacidad para marcar goles desde todas las líneas.

¿Qué opinión le merece el trabajo del entrenador, Toni Seligrat?

Cuando fuimos a negociar con él sabíamos lo que nos podía dar pero nunca tanto. Cada vez se encuentra más integrado en el club y parece que lleva aquí toda la vida. Su humildad y la del club van de la mano.

¿Cuál es la situación económica del club en la actualidad?

Estamos en lo de siempre. El día a día de un club humilde es complicado. Para encararlo nos toca trabajar, este año más de lo normal para cubrir el presupuesto, con la confianza de sacarlo todo adelante como hemos hecho hasta día de hoy,

¿Ayudaría volver a disputar una fase de ascenso?

Sería ideal conseguirlo después de tres temporadas, ayudaría bastante. Al final, no obstante, el ascenso se está convirtiendo en una obligación por el nivel de exigencia y los ingresos de un club como el nuestro. Cada vez cuesta más mantener la estructura económica y se ve complicado de cara al futuro, con la masa social que tenemos, poder mantener un equipo competitivo.

¿Una de las soluciones es la apuesta por la cantera como ya se está viendo esta temporada?

Todos queremos lo mejor para la primera plantilla partiendo de la base de un alto nivel de exigencia. Los futbolistas que vienen de abajo tienen que tener unas condiciones que le encajen al entrenador. Es normal que salgan jugadores como Ángel que estuvo toda la temporada pasada entrenando y ha sabido aprovechar su oportunidad. Ojalá todos los años salga un jugador de la casa.