La salida de españoles a la NBA es un goteo que no cesa. La atracción que ya de por sí tiene la mejor Liga de baloncesto del mundo se ha multiplicado por la cantidad de dinero del que disponen sus equipos para fichar gracias al nuevo contrato de televisión. Las franquicias de la NBA están obligadas a gastar al menos el 90% de los 94'1 millones extras que les llegan del nuevo reparto; cifras que explican los grandes sueldos que ofrecen y que su mercado sea cada vez más global.

Uno de los jugadores que este verano se ha rendido a la NBA es el excajista Álex Abrines. El alero, bronce en los Juegos Río con España en agosto, se marchó en septiembre a Oklahoma para aclimatarse a su nuevo equipo, los Thunder y a la ciudad. La espera por enfundarse su nueva camiseta finalizó hace un mes, cuando se vistió con el número 8 y posó para los diferentes actos oficiales de la plantilla, antes de iniciarse la pretemporada. Curiosamente, sus primeros partidos con los Thunder los jugó en España: el día 3 de octubre en la pista de Real Madrid y el día 5 en la cancha de su anterior equipo, el Barcelona.

Con el fichaje de Juancho Hernangómez, por los Nuggets serán diez los jugadores españoles que competirán la próxima temporada en la Liga norteamericana. Un récord histórico. A los Pau y Marc Gasol, Mirotic, Ibaka, Ricky Rubio y Calderón se han unido este verano Sergio Rodríguez -que vuelve, Willy Hernangómez, su hermano Juancho y el citado Abrines.

Un buen ejemplo de lo que supone la llamada de la NBA es Sergio Rodríguez. El base canario ha ofrecido su mejor baloncesto en el Madrid, con el que lo ha ganado todo en Europa. Tras sus cuatro frustrantes temporadas en la NBA, ha vuelto a hacer las maletas para intentar quitarse la espina que tiene clavada. Un contrato de ocho millones de dólares también le ayudaron a tomar la decisión. El Chacho jugará en uno de los peores equipos de la pasada Liga, los Philadelphia 76ers -solo ganó 10 partidos de 82 en la temporada regular- y las perspectivas tampoco son mucho mejores para la próxima. El objetivo del canario será hacer un buen año en lo individual que le permita ganarse un mejor contrato, ya que sólo ha firmado por una temporada.

También tiene buenas perspectivas Abrines. El que fuera alero del Unicaja ha firmado por tres campañas con Oklahoma a razón de seis millones de dólares por año. Se incorpora a una franquicia que suele jugar el play off por el título y que ha estado en las últimas temporadas entre los candidatos a ganar el anillo de campeón. Opciones que se han rebajado con la pérdida de su gran estrella, Kevin Durant. También se fue Serge Ibaka, que jugará en los Magic de Orlando.

En total, los españoles que competirán esta temporada en la NBA ingresarán cerca de 100 millones de dólares. Todos los salarios de los jugadores de la ACB sumados están lejos de esa cifra. Es el contraste entre la opulencia de la NBA y la situación por la que atraviesa la Liga Endesa. El sueldo que percibirá Willy Hernangómez en los Knicks (1,5 millones), el más bajo de todos los españoles en la NBA, es lo que gastan la mayoría de los equipos de la ACB para toda la plantilla. Salvo Madrid y Barça, con unos 20 millones cada uno, y equipos como Gran Canaria, Unicaja, Baskonia o Valencia, que pueden superar los 5 millones; el resto luchan por sobrevivir.

La consecuencia es que cada vez son más los jugadores que deciden hacer las maletas. Muchos incluso prefieren ofertas de la Liga universitaria de Estados Unidos, donde les garantizan formación, a jugar en España. Los mejor pagados de Europa, gente como Rudy Fernández o Juan Carlos Navarro, están en torno a los 3 millones de euros (a diferencia de la NBA los sueldos en la ACB no son públicos). Abrines, que no estaba en ese selecto club, pasará a cobrar 6 millones de dólares en una Liga en la que tiene todo por demostrar.