José Luis Larrosa Chorro ( Elche, 1981) ha demostrado que no tiene límites. Este especialista nadador de larga distancia ha hecho lo más difícil todavía. El pasado domingo disputó y ganó la 73 edición de la «Bhagirati River Marathon Swim», disputada en la India, y en la que los participantes tenían que completar 81 kilómetros por las aguas del sagrado río Ganges, en las que se encontró resto de cenizas de incinerizaciones o vacas y perros que los indios lanzan a unas aguas que parecían más «chocolate».

El nadador ilicitano invirtió 10 horas, 57 minutos y 42 segundos, superando ampliamente al resto de nadadores, que fueron 14 indios y 4 bangladeses, aventajando en más de 25 minutos al segundo.

Larrosa comenzó muy pequeño a nadar y su pasión por las travesías la inició en 1998. Pero fue, a partir de 2008, tras cruzar el Estrecho de Gibraltar, «cuando comencé a buscar pruebas atractivas, por destino, lugar y distancia», explica.

En los dos últimos años, este nadador sin límites ha participado en numerosas pruebas por todo el mundo como la Maratón Acuática Santa Fe-Coronda (Argentina) de 57 kilómetros, el Cruce a Nado Lago Nahuel Huapi (Patagonia, Argentina) de 8 kilómetros, la Río Negro Challenge en Amazonia (Brasil) sobre 30 kilómetros o la travesía Tabarca-Alicante, de 21 kilómetros, dejando este año el récord en 4 horas y 48 minutos. Además ganó la Penang Channel Swimming Cross de Malasia de 8 kilómetros y en julio acabó tercero en la Toroneos Gulf Marathon Swim (Grecia) de 26 kilómetros, con 6 horas y 19 minutos.

Tras este largo y exitoso camino, a mitad del pasado mes julio recibió la confirmación para participar en los 81 kilómetros de la India, con lo que llegaba al tope máximo de las travesías en el mundo. «Tenía poco tiempo y con los entrenamientos y las carreras que disputaba hacía 40-60 kilómetros semanales».

José Luis Larrosa destaca que «es la prueba más larga del mundo. Desde 2006, con la participación del dominicano Marcos Díaz, ningún otro nadador foráneo de India o Bangladesh había tomado parte. Era todo un reto, no solo por la distancia, también por el lugar, el significado de nadar en el río sagrado Ganges y la dureza que iba a suponer. Nunca me han gustado los retos fáciles», asegura.

El nadador ilicitano explica que «empezamos a nadar a las cinco de la mañana, tras dormir tres horas debido a las múltiples presentaciones. Comenzó a amanecer y no llegaba a divisar las dimensiones del río con claridad. Al poco de dar la salida pude liderar la prueba, pero un joven indio de 15 años me acompañó la primera hora y cuarto, después fui solo, acompañado en una distancia creciente por dos bangladeses, campeones en la edición anterior. El agua era puro chocolate, pero, afortunadamente, no olía o sabía mal».

Larrosa tuvo mucho apoyo del público. «Durante todo el recorrido hubo cerca de 20.000 personas expectante y animando en las riberas del río, desde los casi mil indios en la salida (Jangipur), a los más de 2.500 en la meta (Berhampur)», destaca.

Vacunas y comida líquida

El mayor temor que tenía el nadador de Elche era la comida y los posibles contagios de enfermedades. «Por suerte no tuve ningún problema estomacal. Llegué a India con todas las vacunas necesarias y alguna más, y tomé precauciones con todo los días previos. Tuve algunos ratos más duros, pero me centré en nadar y en pensar en toda la gente que me apoyaba, así como mi familia, que sabía que estaba sufriendo y pendientes de las notificaciones que mi amigo de Nueva Delhi, Nithin, les iba facilitando desde el barco de apoyo. Fui hidratándome cada 20 minutos. Tuve que variar sobre la marcha el plan de avituallamiento, ya que no me entraba comida y me faltaban sales minerales para no deshidratarme».

En 81 kilómetros y en casi once horas nadando surgen muchas anécdotas: «Nadando olía a hogueras y me dijeron que eran crematorios y que las cenizas nadaban con nosotros. También, cuando me gritaban desde el bote a remos que me fuera a derecha para esquivar algo grande que flotaba frente a mí, luego supe que eran vacas y perros muertos que eran lanzados al río. Los últimos 15 minutos fueron intensos, había mucha gente animando y pude disfrutarlos recordando los mensajes de apoyo».

Viaje en Malasia y Hong Kong

Larrosa es ya un ídolo en India. «Tanto en las presentaciones como en la entrega de premios tuve que ser escoltado por policías, la gente quería tocarme, saludarme o hacerse fotos. Lo cierto es que tanto la organización como la gente de allí me ha tratado extraordinariamente», destaca el ilicitano que en breve nadará en Malasia y Hong Kong.