Enfrentar la fuerte subida con la única ayuda de los brazos y piernas es el reto perfecto para quienes quieren fortalecer su cuerpo y su mente. La provincia tiene varios puntos muy apropiados para practicar la escalada, gracias a la variedad de dificultades. El clima suave durante gran parte del año es otro de los atractivos para los escaladores que «atacan» las paredes de roca... o las de los rocódromos.

En la escalada clásica, que se practica en grupo, el que sube el primero va instalando los seguros que evitan que cualquiera que caiga se desplome hasta el suelo. En la escalada deportiva, en cambio, se emplean elementos previamente fijados en las paredes, que reciben el nombre técnico de vías.

En contrapunto, la variante más peligrosa es la escalada natural, también llamada solo integral. En ella, el deportista trepa sin compañeros y sin elementos de seguridad, de modo que una caída a suficiente altura puede implicar la muerte. La carga de adrenalina que supone esta práctica, donde el éxito o el fracaso determinan la supervivencia del escalador, es su principal atractivo. Las subidas en solo se practican habitualmente en vías que resultarían muy fáciles al escalador si las practicara mediante otras variantes. También existe la escalada en solitario, en la que el deportista no tiene compañeros pero sí que emplea elementos de seguridad.

El psicobloc es una práctica en la que se sube por acantilados sobre superficies acuáticas, de modo que una eventual caída sería detenida por el agua del fondo. En la provincia esta actividad se está poniendo de moda gracias al extendido uso del «coasteering», que combina senderismo, saltos al mar, natación, exploración de cuevas terrestres y marinas, zambullidas, escalada, rápel o tirolinas. Uno de los mejores lugares para la práctica del psicobloc es la Cueva de Ambolo, en terreno municipal de Xàbia.

Equipamiento

Quienes practican escalada usan, por lo general, un casco, ropa cómoda, arneses, guantes, mosquetones por los que se desliza la cuerda para evitar eventuales caídas, pies de gato (un tipo de calzado muy ajustado al pie que gracias a su material, una goma muy adherente, ayuda a evitar resbalones y a impulsarse) o grigris, un elemento de freno que bloquea la cuerda si se desliza hacia arriba en vez de hacia abajo, es decir, si el escalador se cae. También, por supuesto, se usan fijaciones y distintos tipos de cuerdas. Algunos de estos elementos pueden descartarse en función del tipo de escalada que se vaya a realizar.

En la provincia

David Mora García, guía de alta montaña, recomienda a quienes se quieran iniciar en esta práctica deportiva que tomen como lugares óptimos para empezar las vías de Sella, Guadalest y Toix, si se quiere optar por la escalada deportiva, o en la Pared Negra de Orihuela o en Peñas del Rey (Sax) si se prefiere la clásica.

Para un nivel intermedio deportivo Mora aconseja visitar el Raiguero o la Bóveda, en Orihuela, y para el clásico el Cabeçó d'Or, el Puig Campana o el Mascarat.

Por último, ya para escaladores expertos, debido a la especial dificultad o longitud de las vías, recomienda acudir a las paredes de la Foradada, una gran cresta con su cara norte desplomada y que abrió el Club Excursionista Eldense, para la escalada deportiva y el Peñón de Ifach o el Ponoch para la clásica.