Una parte de la plantilla del Torrevieja ha hecho público un durísimo comunicado en el que acusa al presidente de la entidad, Vicente Boix, y al que califican como su mano derecha, José Álvarez, de haber falsificado sus firmas para tramitar sus licencias federativas «con la excusa posterior de que era el último día y no daba tiempo para localizar a todos y motivado por el cierre de derechos que recaía en el club por deuda con jugadores de años anteriores y que aún sigue manteniendo con algunos, que desgraciadamente para ellos, confiaron en el club y no lo denunciaron ante la AFE».

Entienden dichos jugadores firmantes que «dicha falsedad es notoria porque ya le hicimos saber que no firmaríamos dicha ficha federativa alguna sin antes tener firmados nuestros contratos».

En dicho escrito afirman dichos futbolistas de la entidad salinea que los mandatarios les habían prometido darles de alta en la Seguridad Social, algo a lo que posteriormente se habrían negado ofreciéndoles como alternativa que se rebajasen sus emolumentos y que además estos no sean dados de alta ni consten en la Seguridad Social de forma alguna.

Esa es la acusación más directa, aunque también se hace referencia a las dificultades que se les están poniendo para desempeñar su tarea profesional con cambios de horario repentinos y sin planificar, así como impidiéndoles, siempre según el comunicado, el acceso al material y al agua.

Por su parte, la directiva del Torrevieja alega que este comunicado sólo ha sido firmado por una parte de la plantilla y confía en reconducir la situación dialogando con los futbolista, ya que «nosotros estamos buscando soluciones y una vía alternativa de financiación, esperando asimismo que llegue la subvención municipal».

De hecho, la actual directiva salinera acusa al grupo inversor que intentó entrar al inicio de campaña en el Torrevieja de vender humo, colocar a numerosos jugadores en el seno de la entidad salinera y marcharse sin dar soluciones, y de estar causando también problemas en el Palencia de Segunda B.