El pívot Guillermo Rejón (Madrid, 1976), santo y seña del baloncesto alicantino y del Lucentum, vuelve esta temporada a la que fue su casa en su cuarta incursión en el club. Las tres etapas anteriores se saldaron con tres ascensos a la ACB y una Copa Príncipe. En la pasada campaña, Rejón vistió los colores de Ourense en LEB Oro, equipo en el que firmó 12,3 puntos de valoración de media, con un promedio de 8,1 puntos, 6,5 rebotes y tres asistencias por partido que sirvieron a los orensanos para terminar octavos la liga y disputar los «play-offs».

«Es una referencia y un símbolo para la ciudad», señalo el entrenador Miguel Ángel Zapata sobre el pívot, que hoy será presentado junto a la nueva campaña de abonos. El preparador considera que Rejón «hará sumar al resto de jugadores y aportará una cantidad de intangibles durante la temporada» que ayudarán al equipo a superar las posibles adversidades que depare la liga, «dentro y fuera de las pistas».

Al pívot de 2.06 metros no parece pesarle el paso del tiempo. Criado en la cantera de Estudiantes, ha cuajado 10 temporadas en la máxima categoría del baloncesto nacional. A sus conocimientos del juego, suma su competitividad. Para Zapata, esta es una de las señas de identidad de Rejón: «Nos dará un plus en el juego interior, aportará por un lado la veteranía y por otro el grado de competitividad que le ha definido durante su carrera».

«Es un emblema del baloncesto en Alicante y está capacitado para hacer mejores a sus compañeros, aportar al cuerpo técnico y a la dirección deportiva y al club a todos los niveles», destacó el vicepresidente Miguel Médicis.