Aunque en España se la ha considerado toda la vida un deporte practicado preferentemente por personas de edad avanzada, la petanca es una actividad que requiere altas dosis de concentración, coordinación y precisión. A nivel competitivo el peso de las bolas, lanzadas de manera repetida y habitual, puede provocar lesiones si no se trabaja adecuadamente la fuerza y la resistencia muscular. No obstante, practicado de vez en cuando es un ejercicio muy positivo para personas con una condición física lejos de ser óptima, al ser de baja intensidad y llevarse a cabo durante periodos de tiempo prolongados.

La provincia es una tierra donde la petanca tiene su espacio. El equipo femenino del Club San Bartolomé, de la pedanía oriolana, se alzó con el campeonato nacional disputado en 2013 con jugadoras que iban desde los 20 hasta los 53 años. Este mismo año la élite de nuestro país se reunió en las instalaciones del Club Atlético Rabasa para disputar el campeonato de España. Y, al año siguiente, un benidormense emigrado a Austria, Alberto Íñigo Hinojosa, formó parte de la alineación que el país centroeuropeo envió al Mundial de petanca que se celebró en Tahití.

Este mismo verano la provincia ha acogido varios eventos en torno a este deporte. El Vergel Petanca Club, afincado en Elda, organizó el 2 de julio sus XII Horas Interclubs, donde se dieron cita equipos provenientes de la propia Elda, Petrer, San Vicente del Raspeig, Benidorm, Santa Pola, Sax, Almansa, Ibi y Alicante. La localidad sajeña también acogió un torneo el pasado 20 de julio. Al evento se inscribieron 70 parejas que acudieron desde distintos puntos de España y del extranjero. Por otro lado, las instalaciones de Sant Joan d'Alacant acogieron la previa individual para el Mundial y el Europeo.

A nivel nacional, los distintos equipos de la Federación Territorial Valenciana se sitúan en la máxima división española, siendo segundos tras los catalanes en categoría Masculina y Juvenil y cuarto en la Femenina. La presencia de jugadores de entre 20 y 40 años tanto en la rama Masculina como en la Femenina y el buen desempeño en Juvenil confirman que la petanca no se limita en absoluto a las personas más mayores, sino que tiene un carácter inclusivo que permite que jóvenes y no tan jóvenes compartan pista para disfrutar de este deporte que arrastra consigo a más personas de las que parece. En 2014 había más de 20.000 fichas federativas en España, superando a disciplinas como motociclismo o tenis de mesa.