El Ayuntamiento de Alicante ha renunciado a organizar la fase final de la Copa de España de Fútbol Sala, cuya XXVIII edición disputarán en marzo próximo los ocho mejores equipos de la primera vuelta de la Liga Nacional, posiblemente la mejor competición por clubes del mundo en esta disciplina. Cuesta entender cómo el área municipal de Deportes ha dejado escapar la organización de un acontecimiento de primer nivel y de la máxima repercusión mediática y económica cuando las condiciones para que Alicante se convirtiera en sede eran óptimas.

Sin embargo, el consistorio que preside el socialista Gabriel Echávarri mantiene que los requisitos exigidos por la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) eran «inasumibles» porque existían «cláusulas abiertas» en las que no se especificaba el coste para las arcas municipales y que el Ayuntamiento presentó una contraoferta que no fue aceptada en segunda instancia.

La Liga Nacional de Fútbol Sala ha confirmado a final de esta semana que la ciudad de Alicante se descuelga de la organización de la fase final, a pesar de que existía un compromiso de la Diputación Provincial para pagar el canon de la sede, fijado en 40.000 euros. Para completar los requisitos como anfitrión, el Ayuntamiento tenía que asumir el compromiso de aportar otros 10.000 euros «en especie», es decir, en servicios complementarios para la organización del torneo, tales como dos pabellones cubiertos, personal de seguridad, cátering, taquilleros y varios conductores de vehículos oficiales, entre otros.

Como contraprestación, el impacto económico que este gran acontecimiento deportivo puede generar en la ciudad supera los dos millones de euros de forma directa, tal y como sucedió a mediados de marzo pasado en Guadalajara, sede de la XXVII edición de la Copa de España 2016, ganada finalmente por el Inter Movistar en una emocionante final frente a ElPozo Murcia.

Con más de 4.000 pernoctaciones, los hoteles y restaurantes de la capital alcarreña estuvieron al completo entre el 10 y el 13 de marzo pasados, fechas en las que se disputó esta competición, que calca el formato de la fase final de la Copa ACB: cuatro partidos de cuartos, semifinales y final. Además, el Ayuntamiento de Guadalajara cifró el impacto publicitario de la Copa para esa ciudad entre ocho y diez millones de euros, debido a la amplia cobertura mediática del evento, en la que se incluye la retransmisión en directo por Teledeporte para España y decenas de otros países.

Sin embargo, todos esos alicientes no han sido suficientes para el Ayuntamiento de Alicante, que, según fuentes de la negociación, «nunca tuvo verdadero interés en organizar la Copa de España, ni se pronunció con claridad, a pesar de contar con el respaldo esencial de los 40.000 euros de la Diputación para el canon».

Las negociaciones entre la LNFS y el consistorio alicantino para la organización del torneo se iniciaron en mayo, pero, después de varias reuniones infructuosas, la Liga «tira la toalla» con Alicante por la «falta de implicación e interés real del Ayuntamiento» y ya baraja otras ciudades como sede del torneo en marzo de 2017.

La renuncia municipal ha sido recibida «con pena» en la Diputación, cuyo presidente, el popular César Sánchez, se declaró «muy interesado» en que Alicante pudiera ser sede de la Copa de Fútbol Sala y captar un retorno inversor «muy importante», a imagen y semejanza del campeonato del mundo de tenis de mesa de veteranos celebrado a finales de mayo en IFA.

Pero el Ayuntamiento de Alicante rechaza la versión de la Liga sobre las negociaciones, al tiempo que recalca que una de las prioridades del actual mandato en el área deportiva es la captación de eventos que generen importantes retornos para la ciudad, «tal y como ha sucedido con el tenis de mesa de veteranos, el campeonato de dardos y el de voley playa», explicaron fuentes municipales.

El consistorio asegura que en la propuesta de la LNFS para la Copa de España existían «cláusulas abiertas» que no eran asumibles por el Ayuntamiento, como la campaña de publicidad del torneo, cuyo coste no se concretó en ninguna de las reuniones. Las citadas fuentes municipales añaden que varios de los requisitos exigidos por la Liga en relación con el cátering o el alojamiento tampoco eran de recibo por su elevado coste.

Asimismo, el área de Deportes lamenta que la entidad que preside Javier Lozano rechazara la contraoferta que presentó el Ayuntamiento para que Alicante pudiera organizar la fase final de la Copa de España de Fútbol Sala 2017.