El corredor alicantino del Caja Rural-Seguros RGA Antonio Molina sufrió la fractura de la clavícula izquierda a finales del mes de junio en la Ruta del Sur, a los pies del Tourmalet, y ya lleva más de dos semanas trabajando duro en Sierra Nevada para competir, a partir del próximo día 27 de julio, en la Vuelta a Portugal que comenzará en Oliveira de Azeméis."Lo ciclistas somos muy sacrificados, de otra pasta", asume el corredor de Xàbia, tras acabar una de las maratonianas sesiones de trabajo a las que somete a su cuerpo encima de bicicleta por las carreteras de la Alpujarra.

Molina se conoce como la palma de la mano los alrededores de la estación granadina, sus duras rampas son superadas cada jornada en busca de conseguir una puesta a punto que le permita estar en la salida de la Vuelta a España, que partirá desde Ourense el 20 de agosto y que llegará a su pueblo al final de la ronda. La tarea es complicada, pero por esfuerzo y trabajo no va a ser. "Tengo apuntado en mi calendario en rojo desde principio de temporada los días 9 y 10 de septiembre. El 9, se disputa una contrarreloj que parte de Xàbia y termina en Calpe. Al día siguiente, se corre la etapa reina de la ronda española, con salida en Benidorm y final en el alto de Aitana. Hay que superar el Coll de Rates y los altos de Ebo, Tollos y Tudons, donde habitualmente entreno cuando estoy en casa. Mi sueño es poder estar en esas dos jornadas", señala Antonio Molina.

El ciclista de Caja Rural-Seguros RGA ha hecho una parte primera de la temporada bastante buena. Ganó las metas volantes de la Vuelta a la Rioja y del Giro del Trentino y fue el primer valenciano en la Vuelta a la Comunidad. Se ha metido en numerosas escapadas y demostrado que se puede contar con él. Preparó a conciencia la Ruta del Sur en Sierra Nevada, pero, la caída que provocó la rotura de su clavícula izquierda, rompió todos sus planes iniciales.

Hacerse un hueco en el "nueve" de los cajeros para la Vuelta a España va a ser difícil. "Soy consciente de que no va ser fácil ya que estoy en un equipo competitivo, de mucho nivel, donde todos mis compañeros están marchando muy bien. Todo el mundo sueña con correr una gran vuelta como la española y será difícil. De todas formas, yo voy a seguir trabajando duro para demostrar que puedo estar ahí en salida. En la Vuelta a Portugal tengo una buena oportunidad de demostrar que he recuperado el tiempo perdido en la lesión. A los pocos días de pasar por el quirófano ya estaba haciendo rodillo y enseguida carretera. No tengo tiempo que perder".

Antonio Molina espera estar entre los elegidos y sería para él un duro golpe moral no estar en el equipo de Caja Rural-Seguros RGA que compita en la Vuelta. "Soy optimista y pienso que puedo estar, pero lo tengo que demostrar en la carretera", sentencia.