La gesta del Leicester al conquistar su primer título en la Premier sería equiparable a que la Liga española la ganaran el Eibar, el Sporting o el Levante, equipos que llegan de Segunda y luchan cada año por la permanencia con presupuestos netamente inferiores. Buscando otro paralelismo con la Primera española, hay quien compara al conjunto británico con el «Superdepor» de Arsenio. Pero no. Aquel Deportivo contaba con internacionales contrastados como los brasileños campeones del mundo Bebeto y Mauro Silva, el serbio Djukic o los españoles Fran, López Rekarte y Donato, mientras que a este Leicester lo sustentan recién llegados a la élite como Schmeichel, Drinkwater, Kanté, Mahrez o Vardy, ilustres desconocidos que se han hecho un hueco en la historia a las órdenes del general romano Ranieri.
Gente de mucha solvencia como John Carlin sostiene que la Liga española es mejor que la inglesa en calidad de juego y rendimiento de sus equipos en la competición europea. Con el actual formato de Liga de Campeones desde la temporada 1992-93, cuatro títulos han ido para el Reino Unido, ocho a España, cinco a Italia y tres a Alemania. En cuanto a subcampeonatos, cinco finalistas de la Champions fueron británicos, siete italianos, cinco alemanes y cuatro españoles.
Pero esa aparente superioridad es discutible porque más allá de los títulos y los números también cuentan la emoción, la sensación de igualdad y competencia, así como la incertidumbre en el marcador, ese componente que hace único al fútbol. En la Premier del siglo XXI, cada año hay, al menos, cuatro aspirantes al título -los dos de Manchester y otros dos de Londres, Chelsea y Arsenal-, a los que acosan de cerca otros candidatos con pedigrí como Tottenham, Liverpool y Everton.
Además, todos ellos pueden perder puntos con el resto de equipos de la tabla, que se convierten, indirectamente, en animadores de la pelea por el título jornada tras jornada. En serio: ¿hay algún equipo en España actualmente que le pueda discutir el campeonato a Barcelona, Madrid o al también milagroso Atlético? Es casi imposible.
Tiene la Liga inglesa un factor de corrección que favorece la igualdad como es un reparto mucho más equilibrado de los derechos televisivos que en España, donde se prima el tedioso duopolio Barça-Madrid, consagrado por Tebas desde la patronal y bendecido por Villar desde la Federación. Amén.
